Aprender en la casa y no el aula es un desafío nuevo que enfrentamos los colegios de Belén Educa. Las directoras de los colegios Undurraga y Crescente cuentan cómo están enfrentando el desafío de las clases remotas, dónde han puesto foco y cómo lo han logrado avanzar en el contexto del Covid-19.

Loreto Lillo, directora del colegio Juan Luis Undurraga de Quilicura
“Creo que un desafío de realizar clases remotas es estar comunicados con la familia y estar conectados con lo que quiere el colegio.
Los padres en general están súper preocupados por sus hijos y han entendido que para que los niños sigan aprendiendo en sus casas, tenemos que comunicarnos más.
El otro desafío para realizar las clases remotas tiene que ver con el desarrollo de la autonomía. Qué tan autónomos somos como familia o los estudiantes para poder realizar tareas o lecturas sin supervisión y sin horarios establecidos que tiene un colegio.
Lo primero que hicimos como colegio fue preguntarnos qué es lo que tenemos acá para poder entregar a los estudiantes y en eso el Ministerio de Educación ha entregado mucho material, de muy buena calidad, que son los libros ministeriales para cada asignatura y además la biblioteca también se encuentra con muchos libros para poder compartir por el plan lector o para lectura individual.
Creo que el primer consejo es mantener horarios y rutinas similares al colegio sólo durante la mañana de lunes a viernes asignaturas y en la tarde priorizar juegos, música, pintar, desarrollar otro tipo de habilidades.”

Emelina Carrasco, directora del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz de Puente Alto
“Creo que uno de los principales desafíos de realizar clases remotas ha sido establecer criterios de qué van a aprender los estudiantes en la casa. Cuáles son los mínimos que son importantes y cuando hablamos de mínimos importantes no sólo hablamos de contenido.
Decir: bueno estas son las habilidades posibles de trabajar en casa, esto es lo que vamos a hacer y en ese sentido ha sido un trabajo bien bonito porque cada área ha ido definiendo cuáles son los pisos necesarios y a partir de eso generar un material.
El material tiene que ser muy parecido a lo que se usa en el colegio. Nosotros tenemos las planificaciones listas, entonces no es tan difícil. Nosotros no tenemos que inventar una clase nueva, es tomar la clase y flexibilizarla para que sea una clase remota o desechar una clase porque es un contenido muy específico que no queremos que se vea en la casa. Hasta el momento hemos usado las dos planificaciones preparadas para estas semanas.
En cuanto a la relación con los padres, en general la hemos canalizado con el Centro de Padres y ha sido una muy buena relación.
El Centro de Padres baja la información a sus directivas y las directivas hicieron el catastro de todos aquellos estudiantes que no tenían la tecnología por tanto teníamos que hacer otro tipo de acompañamiento y fue bien bonito porque ahí algunos padres se organizaron con pendrive, se organizaron con fotocopias y llevaron el material a las casas”.