Desde el inicio de la suspensión de clases presenciales, los colaboradores de Belén Educa han dado respuesta a los desafíos y exigencias de este periodo. A las actividades impulsadas por la comisión socioemocional y el área de Personas de Casa Central, se han sumado diversas y múltiples actividades creadas por los propios equipos de los colegios. 

Aquí contamos la creatividad e iniciativa que han desarrollado algunos equipos para “verse y acompañarse” en un espacio fuera del ambiente laboral: una “Lota” impulsada por el Bienestar del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz; las “Jornadas de talleres para profesores” del colegio San Alberto Hurtado y el “Café de la semana” del colegio Juan Luis Undurraga. Todas son iniciativas que buscan ser espacios de recreación, fraternidad, contención y cariño.

Ángela Fuentes, del Bienestar del colegio Crescente; Hugo Escobar, encargado de Formación del colegio Hurtado y Pamela Videla, subdirectora del colegio Undurraga comparten el origen de estas actividades, la forma en que se han organizado para concretarlas y los resultados y aprendizajes de esta forma de cuidado.

Los tres entrevistados reconocen que las sensaciones experimentadas a lo largo de este periodo han ido variando. De una primera etapa de agobio y preocupación inicial provocados por los nuevos desafíos del trabajo “online” se pasó a una fase movilizadora que permitió responder a los requerimientos y aportar soluciones con iniciativa y creatividad. Pero esto también ha provocado cansancio. Pese a esta realidad, el sentido de la misión y la respuesta de alumnos y familias han permitido que los equipos mantengan y renueven día a día su energía y ganas.

Por ello, los “espacios que contribuyan a fortalecer nuestra comunidad nace de la necesidad de saber cómo estamos y qué requerimos. Es por esto, que identificamos que necesitábamos encontrarnos y tener espacios de cuidado psicológico y emocional”, contó Ángela Fuentes. Comparte esta idea Hugo Escobar, quien señala que de este diagnóstico inicial se organizaron actividades para compartir y saber del otro. “Junto con ello se han establecido horarios de trabajo y horarios de almuerzos que se han comunicado a toda la comunidad”, resguardando estos espacios, contó. 

Pamela Videla relató el proceso vivido en su colegio. Como equipo directivo preguntaron a los colaboradores qué temas necesitaban abordar en las reuniones, la respuesta fue coincidente con las experiencias anteriores “¿quiero saber cómo están mis compañeros de trabajo?”. Esto evidenció que los ritos de convivencia como desayunos, cumpleaños o el café de la mañana, entre otros, se habían perdido. Lo que vino a continuación fue construir nuevos espacios

• Actividades para “cuidar y cuidarnos”: La lota, el café y las jornadas talleres para profesores

Ángela Fuentes señaló que en este tiempo el foco del trabajo de Bienestar ha estado puesto en “mantenernos juntos y apoyados. Hemos hecho consultas para identificar en qué podemos ayudar y tomar decisiones en conjunto”. Entre ellas son también muy importantes las actividades de esparcimiento. Una novedad ha sido la “Lota”, iniciativa destinada a todos los colaboradores que surgió justamente de esta búsqueda de ideas. “Nos juntamos con el equipo directivo para revisar si había consejos o reuniones” que facilitaran organizar, contactar y convocar a participar. “Creamos una invitación y la enviamos. Para los premios, consideramos los emprendimientos de trabajadores del colegio, como pan casero y frutos secos.

El día del evento, nos reunimos por Zoom y además entre cada juego, organizamos misiones imposibles y otros concursos para tener un rato de risas y camaradería”, señala Fuentes. 

Los equipos formativos del colegio Hurtado desde el comienzo se han preocupado de llevar mensajes de aliento y motivación a los colaboradores, a través de distintos formatos, una postal, una fotografía, un video, un desafío y cadenas de oración para acompañar desde la fe, entre otras.

Entre ellas, un espacio creado para el relajo y distensión es la “Jornada taller”, actividad de frecuencia semanal esperada por los colaboradores y orientada al autocuidado, “es una instancia donde podemos encontrarnos y participar de diversas actividades pensadas en el bienestar socioemocional, donde comenzamos con la oración para luego dar paso a talleres en los que puedes darte un tiempo para ti. En esta ocasión se ofrecieron 5 talleres” impartidos tanto especialistas externos como por los propios colaboradores que compartieron sus conocimientos y talento con colegas y equipos del colegio. “Los talleres realizados fueron: Body Combat, Tartaletas, Manicure, Técnicas de un buen asado y Yoga, Teniendo una alta participación en cada uno de ellos”, relató sobre estos encuentros de entretención y cuidado.

En el caso del colegio Crescente, Pamela Videla detalló las características del “Café semanal”  que consiste en “una invitación para 4 o 5 personas (distintas cada vez), nos tomamos un café y conversamos un tema libre, la idea es no perder ese contacto que nos caracteriza como ciclo, que es de siempre encontrarnos desde lo humano y de mantenernos como comunidad”.

La iniciativa surgió de la necesidad de vincularse con los profesores nuevos, de saber cómo están, “siempre llegar a un lugar que no conoces implica un proceso de adaptación, y ellos no contaron con ese tiempo de manera presencial en el colegio, no habíamos logrado generar la confianza de equipo, entonces hay que partir por vincularse, conocernos no solamente por el nombre.  Cuando hicimos el primer encuentro quedamos felices, era un espacio necesario y así lo comenzamos a realizar todos los miércoles de 11:00 a 11:45, generalmente nos quedamos más tiempo conversando y mantendremos esta actividad durante el segundo semestre”.
 

• Los aprendizajes de este tiempo y experiencias

Lo aprendido se puede sintetizar:
-      Hugo Escobar, encargado de Formación del colegio San Alberto Hurtado
“Darnos tiempo para saber cómo estamos, para escucharnos y para preocuparnos unos de otros, lo que no es una actividad nueva pero que en este tiempo se ha visto potenciada, preocuparnos de cada persona. Como comunidad que transmite valores y enseñanzas para la vida debemos estar sanos mental, espiritual y físicamente, para educar a personas sanas y felices”.

-      Ángela Fuentes, miembro del equipo de Bienestar del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz
“Mantener los lazos y las relaciones. El colegio, en modo presencial, nos facilita los espacios para comunicarnos con fluidez, pero en estos momentos donde no es factible encontrarnos físicamente, sentir que eres parte de algo, que existe cariño y preocupación, es lo que te invita a seguir trabajando para transformar las dificultades en oportunidades”.

-      Pamela Videla, subdirectora del colegio Juan Luis Undurraga
“Cada día admiro más el trabajo del equipo. Lo que más hemos aprendido es no dejar de ser humanos, de ser comunidad, los equipos funcionan cuando hay confianza, de esa forma nos retroalimentamos, y no tenemos miedo a equivocarnos”.