Celebramos el día del profesor, oportunidad que tengo todos los años para agradecerles el importante trabajo que realizan en la formación de sus estudiantes.
No termino de sorprenderme como esta Fundación, por la gracia de Dios y por la tremenda generosidad y abnegación con la cual todos uds. desarrollan su vocación de maestro, ha ido creciendo en sabiduría, conocimiento y experiencia.
Una sabiduría que se refleja significativamente en el amor a los niños y jóvenes. Hemos abierto desde siempre nuestras puertas a los niños más vulnerables, a los que tienen carencia de afectos, necesidades educativas especiales, a los que vienen de otras latitudes. Reconocemos la diversidad como una actitud que enriquece nuestra manera de vivir y que le da sentido a nuestra alma. Nos hemos abierto a aprender de otros, hemos reconocido el valor que tiene la colaboración de los demás en nuestro propio desempeño. Nos hemos abierto al acompañamiento y a la retroalimentación. Hemos aprendido que necesitamos unos de otros para desarrollarnos con impecabilidad en nuestra misión. La apertura, la flexibilidad, la colaboración son rasgos fundamentales de la sabiduría y estos atributos nos están permitiendo el desarrollo de nuestro modelo educativo, para alcanzar el estándar que merecen nuestros estudiantes para sus aprendizajes, para ser mejores personas y, por tanto, felices.
De la mano de la sabiduría va el conocimiento, que la enriquece significativamente. Cuánto hemos estudiado, cuánto hemos aprendido en el diseño de una buena evaluación para reconocer si nuestros alumnos aprenden, cuánto hemos aprendido en el buen uso de los datos, que nos llevan a elaborar efectivos planes de acción, con adecuadas estrategias. Queremos conocer más, aprender más. Por eso en estos momentos estamos poniendo en práctica una “planificación en cinco pasos”, donde el foco lo estamos instalando en un mayor protagonismo de los estudiantes en la sala de clases, para que ellos desde una práctica más independiente, puedan aprender más y así puedan expresar con seguridad su meta cognición.
Y esta es nuestra experiencia, estas son nuestras prácticas que hablan de nuestros avances, de nuestro crecimiento, de nuestros resultados: somos un gran equipo que hoy se atreve a compartir con otros, con mucha sencillez, un equipo que se anima a sistematizar algunas prácticas exitosas y que nuestro sueño es llegar a consolidar un proyecto educativo robusto para que sea replicable y sea una ayuda para la mejora de la educación en Chile.
Los invito a seguir trabajando duro, para transformar la educación, especialmente aquella que se orienta en sectores vulnerables. Sigamos en nuestra propia transformación, animémonos a seguir profundizando los cambios necesarios para la impecabilidad de nuestras acciones y que siempre nuestro foco y nuestro esfuerzo sea para que nuestros niños y jóvenes sean felices, siendo un importante aporte para nuestro Chile.
Un gran abrazo para todos y sigamos por la senda de la construcción de nuestra Patria.
Juan Enrique Guarachi G.-H.
Director Ejecutivo
Fundación Belén Educa