Con muchas ansias se vivió el concurso Spelling Bee para los 33 alumnos de Quinto Básico de 11 colegios de  Belén Educa, que viajaron 900 kilómetros desde Santiago a La Unión, para competir en el colegio Padre Damián, que por primera vez fue sede de un encuentro fundacional. “Poder sentir que ya somos parte de Belén Educa y congregar a otros colegios es importante”, destacó el director del colegio, Leonel Delgado, asegurando que le encantaría repetir la experiencia como anfitrión.

Las reglas eran claras para los competidores: escuchar la palabra que les entregaban al azar, repetirla y deletrearla. Sólo podían solicitar a las juezas, las profesoras Manena Ramírez y Marta Pereira, que reiteraran el término una sola vez o que lo ejemplificaran en una frase. A lo largo de la jornada, la competencia estuvo reñida, especialmente, en las rondas finales, donde los alumnos demostraron con temple y perseverancia sus conocimientos del idioma.

Tras una intensa disputa por los primeros lugares, fue Estrella Araya, del colegio Cardenal José María Caro, la ganadora del Spelling Bee, seguida por Nicolás Alsina, del colegio San Alberto Hurtado, y Kevin Olmedo, del colegio Juan Luis Undurraga. A pesar de no haber llegado a las posiciones ganadoras, destacó el equipo del Padre Damián, el único que logró avanzar hacia las finales del concurso con todas sus integrantes. “Respecto a cómo resultó, superó nuestras expectativas de todas maneras. El nivel de los chicos fue súper bueno en relación a la cantidad de rondas que tuvieron”, dijo Soledad Barrientos, encargada del área de inglés y organizadora del evento, agregando que  “la mayoría estaba muy bien preparada”.

Luego de la premiación, los alumnos y sus profesores pasearon por la localidad de Trumao y el Fuerte San José de Alcudia, monumento ubicado en la comuna vecina de Río Bueno. El itinerario de los jóvenes viajeros incluyó además la ciudad de Frutillar, donde recorrieron el Teatro del Lago y el Museo Alemán, y finalizó en Puerto Montt, con la visita a la caleta de Angelmó y la playa Pelluco. “Los niños se fueron contentos y eso es lo que nos movía a nosotros a organizar este concurso, fue súper agotador, pero nos dimos por pagados y lo repetiríamos mil veces más”, concluyó Barrientos.