Hasta el colegio Lorenzo Sazié llegaron 31 alumnos, junto a sus emocionados padres, para participar de la ceremonia de reconocimiento a los mejores puntajes en la PSU 2017. Los estudiantes, que obtuvieron sobre 650 puntos en la última Prueba de Selección Universitaria y estudian en universidades con sobre cuatro años de acreditación contarán con un beneficio económico de manutención y el acompañamiento de un profesional que los apoyará frente a cualquier dificultad académica, emocional, práctica, e incluso de salud.

Las cifras son claras: a nivel nacional, tres de cada 10 estudiantes que ingresan a la educación superior desertan. La gran mayoría de las veces no tiene que ver con problemas económicos, si no que por falta de apoyo. Para evitar la deserción es que Constructora Bío Bío creó este programa de acompañamiento a alumnos destacados en la PSU, el que será gestionado por el área de Continuidad de Estudios de Belén Educa. 

 

“Queremos que no haya impedimento alguno para que a ustedes les vaya bien”, explicó José Luis Cisternas, gerente general de Constructora Bío Bío y miembro del Directorio de la Fundación. “Están estudiando en universidades de gran calidad. Esperamos que sientan la confianza para contarnos sus dificultades. Lo importante es que nada los perjudique, que estén en las mismas condiciones que sus compañeros (...) no tenemos dudas de que cuentan con todas las herramientas”, les dijo durante la ceremonia. 

 

El director ejecutivo de Belén Educa, Juan Enrique Guarachi, fue enfático en invitar a los jóvenes a aprovechar el programa: “Cuenten con este apoyo. Hemos incorporado gente muy inteligente y capaz para que esté a su servicio. La tarea de Belén Educa no termina en Cuarto Medio y queremos asegurarnos de que nada los haga quedarse a mitad del camino. Estamos para lo que necesiten”.

Los 31 egresados firmaron un contrato en que se comprometieron a informar de su estado académico regularmente, de un informe curricular al fin de cada semestre y el retiro mensual del aporte económico. Este programa se suma a la beca de acompañamiento que han tenido los becados Angelini los dos últimos años y que ha permitido bajar a cero la deserción de la educación superior entre los participantes.