El momento que estamos viviendo como sociedad implica un desafío para todos, tanto en materia de resguardar nuestra salud física como también de resguardar nuestra salud mental. Este punto adquiere especial relevancia al considerar que la pandemia que enfrentamos es una situación extraordinaria y nueva para todos, por tanto, supone respuestas emocionales que nadie había enfrentado antes. La psicóloga y jefa de Convivencia Escolar, Daniela Rivera comparte tres sugerencias para la convivencia en familia:
1) Permitir la expresión emocional
Resulta muy importante respetar la expresión emocional de todos, incluyendo en ello a los adultos que muchas veces creemos ser “superhéroes” y tenemos la expectativa de realizar todo de forma “correcta” o “perfecta”.
En tiempos de cuarentena todos podemos expresar lo que nos pasa y cómo nos sentimos, pero la clave está en la forma en cómo lo expresamos. Si nos sentimos sobrepasados y comenzamos a gritar o tratar mal a la familia, estaremos expresando nuestras emociones de una forma inadecuada y con menor autorregulación. En cambio, si logramos identificar que no nos sentimos bien y que necesitamos un tiempo para respirar y pensar en calma, entonces una adecuada forma de expresarlo podría ser comentando a la familia que nos sentimos inquietos, angustiados y que necesitamos respirar unos minutos solos en la pieza para calmarnos.
Esto también representa un aprendizaje para los niños, niñas y jóvenes, pues ayuda a reconocer en sus adultos significativos los estados emocionales. Lograr decirles a los niños: “Hoy estoy un poco preocupada/o”, “estoy un poco cansada/o”, “extraño ver a mis amigos o compañeros de trabajo”, etcétera. Es una forma de potenciar la identificación de emociones y también de validar la posibilidad de decir lo que nos pasa.
No se trata de estar todo el tiempo diciendo lo que nos ocurre o cómo nos sentimos, pero sí de permitirse el espacio para expresarnos y con ello, generar un espacio en el que todos, grandes y chicos podamos identificar nuestras emociones, expresarlas y con ello trabajar la autorregulación.
2) Darse espacios para cada cosa
Hemos visto en distintos medios la sugerencia de elaborar una rutina que permita generar orden y estructura en los niños, niñas y jóvenes. A su vez, recomiendan resguardar las pausas y tiempos de trabajo remoto en el hogar para los adultos, pero es difícil congeniar ambos aspectos cuando estamos en una situación de encierro en la que muchas veces no disponemos de los espacios físicos, herramientas, computadores e implementos para que todos puedan elaborar lo mejor posible sus tareas.
Es así, que una posible clave es crear un horario familiar más que distintos horarios individuales. En este sentido, escribir quién y en qué horario usará el escritorio o mesa para estudiar y trabajar, en qué momento cada miembro de la familia usa el computador, en qué momento y quién cocina, en qué momentos se tendrán espacios de dispersión individual (como escuchar música, leer un libro o juego individual) y cuáles de forma grupal (como ver una película todos juntos, jugar juegos de mesa, contar chistes o hacer desafíos). El objetivo es distribuir lo mejor posibles los recursos y espacios de la familia con el fin de que todos puedan tener momentos para hacer sus deberes respetándose unos con otros.
También resulta importante resguardar, en la medida de lo posible, momentos de soledad, no es necesario que por estar en cuarentena tengan que estar todos siempre juntos, también es importante permitir momentos para estar solos o solas sin que eso signifique una ofensa o rechazo de quienes queremos.
3) Considerarlo como una oportunidad
Es conocido por muchos que tener una mentalidad positiva y optimista tiene relación con mejoras en nuestro sistema inmunológico, esto quiere decir que ¡Nuestro cuerpo y mente están conectados! Por tanto, debemos aprovechar este gran conocimiento y convertirlo en nuestro aliado, es así como la invitación es a considerar este momento de cuarentena como un espacio único para conocernos más como familia, unirnos, compartir y contenernos. Si bien reconocemos que es un momento tenso y de crisis, esta última también es una oportunidad para reencontrarnos y reconocernos como familia. Puede ser un momento para desplegar al máximo nuestros recursos de creatividad e imaginación.
Para incentivar la imaginación, les compartimos a continuación algunas ideas de instituciones chilenas:
a) Desafíos – Forja chile
Forjachile es una institución que trabaja para el desarrollo de habilidades socioemocionales en niños, niñas y jóvenes. Es así como amablemente han compartido el siguiente material con desafíos para los niños, niñas y jóvenes en días de cuarentena:
Desafíos:
• Haz un horario diario y un listado de actividades a realizar en la semana.
• Tienes una semana para lograr que todos los integrantes de tu familia puedan reír al menos una vez al día sin hacerles cosquillas.
• Comparte junto a tu familia una experiencia sorprendente, algo que te ocurrió a ti o que presenciaste de otro.
• Enséñale al menos a un integrante de tu familia un oficio.
• Descubre las fortalezas de tu familia: pregúntales qué fortalezas ven en ti y que fortalezas les gustan de ellos mismos.
También sugieren contar con una bitácora o cuaderno en la cual responder las siguientes preguntas:
• ¿Qué sentiste haciendo los desafíos en tu casa?
• ¿Qué emoción es la que más se repitió?
• ¿Qué descubriste de ti?
• ¿Qué descubriste de los demás?
• ¿Qué aprendizaje te llevas?
• ¿Qué desafío te gustó más? Y ¿Por qué?
• ¿Qué les gustaría aprender en las semanas que siguen?