La continuidad de estudios superiores de nuestros egresados ha sido una preocupación permanente e identitaria de Belén Educa. Aunque inicialmente esta se asociaba a una tarea a trabajar con los alumnos de III y IV medio, desde hace un tiempo hemos avanzado a que forme parte de la cultura escolar.
Esto implica que desde que un alumno ingresa a pre kinder es inmerso en una cultura de altas expectativas frente a la vida y sus habilidades y esa motivación se van convirtiendo en un itinerario continuo. Desde ese nivel el profesor jefe los va invitando a trabajar en su vocación y además esta tarea se extiende hacia los padres y apoderados.
En la medida que nuestros profesores se proponen metas académicas con sus estudiantes, van acotando la noción de cada uno respecto a su proyecto de vida. Esto de acuerdo a cada nivel, pero siempre manteniéndolo como telón de fondo, como directriz, como un sello institucional que propone al niño y al adolescente que la continuidad de estudios es una herramienta clave para mejorar como persona y como profesional que colaborará con su país.
La invitación es a que todos en Belén Educa podemos ser parte de este relato; como el profesor que después de una salida a terreno anima a sus alumnos a profundizar esa experiencia a través de preguntas pertinentes o el que como habilidad transversal propicia que en su clase se trabaje en equipo, se planteen metas, proyectos de vida personal, se relacionen con empatía y compasión.
Este ambiente, esta cultura de reflexión permanente de la forma en que los acontecimientos diarios, sus decisiones y acciones, van influyendo desde ya en la construcción de su futuro a través de la continuidad de estudios, debe permear los distintos niveles y el currículo de todas las asignaturas, como una orientación personal que no se centra en los niveles terminales, sino que es parte de la vida escolar y está presente en el día a día, en las conversaciones personales y grupales, en las actividades colectivas y en los eventos institucionales.
Convencer e incorporar a las familias en esta tarea es particularmente importante, ya que trabajamos en un contexto en el que es muy poco frecuente que padres, vecinos y amigos hayan accedido a la educación superior, sea universidad o instituto profesional o técnico. Entonces, el diálogo permanente con ellos propicia que colaboren con la motivación y desarrollo de sus hijos e hijas hacia la meta de la educación continua, y se convierta también en su propia meta como familia. Así, logramos extender esta cultura de altas expectativas al entorno doméstico.
Junto con este marco de intenciones y acciones, vamos consiguiendo distintas herramientas para que nuestros niños, niñas y jóvenes puedan acceder a la continuidad de estudios: cuentan con tutorías, charlas magistrales y también hemos gestionado el acceso a preuniversitarios, entre otras. Hoy, especialmente, con la política pública de la gratuidad aumentan las oportunidades para ello.
Con mucha certeza, nuestros estudiantes van a poder continuar estudios superiores.
Un mensaje de esperanza
Sin embargo, hoy estamos viviendo una contingencia que en nuestros estudiantes se ve agravada por sus contextos familiares, sociales y económicos.
Sabemos que la realidad de cada alumno está condicionada en este momento por dificultades y preocupaciones relacionadas con la convivencia al interior del hogar, por la cesantía de los padres, por la ansiedad del encierro y el aislamiento, que puede estarse dando en algunos casos, incluso, dentro de situaciones familiares de agresión, de depresión, que hay necesidades urgentes que atender.
Por eso es vital que cada profesor, al conversar con sus alumnos a través de la red, por teléfono o al hacerle llegar videos y materiales, continúe enfatizando el mensaje que trabajar en las tareas escolares es para él de suma importancia, que de esta manera podrá mantener vivo el ideal de ingresar a estudios superiores. Esto será una motivación extra en este periodo de dificultad y para en el futuro cambiar su realidad.
Estamos trabajando en clases remotas sabiendo que no todos tienen acceso a ellas, por lo que se les entrega de la manera más eficiente el material necesario y todos, de distinta forma, continuamos relevando el tema de la continuidad de estudios, que en este momento es un aporte a la esperanza. Por ello, buscamos cómo trabajar la semana vocacional online. Los programas de tutorías que eran presenciales los estamos haciendo online; nos estamos ocupando para, en situación de crisis, trabajar preocupándonos por los temas emergentes prioritarios y aprovechar también las oportunidades como, por ejemplo, que el estar en casa puede otorgar el espacio y el tiempo para conversar estos temas.
Esto no puede ser una actividad aislada. Tenemos que lograr que esté en el ADN de todos los colaboradores de nuestros colegios y que permee todas nuestras acciones y relaciones.
Todos quienes colaboramos con esta institución estamos llamados a imbuirnos de este propósito y darle sentido al espíritu que queremos que se asiente en nuestros estudiantes: “Estoy estudiando en el colegio y estoy creando las bases y construyendo los pilares para poder continuar la educación superior”.
Pongamos este tema siempre en nuestra mesa e invitemos a toda la comunidad, especialmente a los padres con sus hijos, a tenerlo en la mesa familiar.