En el tiempo que llevan funcionando en red, convocadas por el área de Relaciones Institucionales de Casa Central, las asistentes sociales de Belén Educa han conseguido una sólida conexión que ha favorecido el trabajo colaborativo. En este proceso, han estado siempre acompañadas, así lo señaló Claudia Carrasco, quien explicó que desde Casa Central “Valentina Vargas colabora con información y está presente en las reuniones de Red. Carmen Cisternas ha motivado el trabajo colaborativo, y todos los y las colegas desde los colegios siempre están compartiendo ideas, fechas, trabajos pendientes y formas de aprender del quehacer profesional. Los nuevos colegas, se han ido integrando, siempre hay alguien dispuesto a atender una duda y los que tenemos más tiempo en Belén, nos enriquecemos de la energía de quienes vienen incorporándose”.

Esta forma de trabajo colaborativo quedó aún más en evidencia en este tiempo de emergencia, donde han debido acudir al levantamiento de información, diagnosticar necesidades urgentes y desplegar estrategias y actividades que van en apoyo de los estudiantes y sus familias.

Acompañamiento a las familias

Claudia Carrasco, asistente social del colegio Cardenal José María Caro de La Pintana, cuenta que en este periodo se ha intencionado de manera especial el apoyo socioemocional, ya que el confinamiento releva la importancia de contar con un sistema de educación integral que abarque la emocionalidad de los niños, niñas y jóvenes y permita a padres y profesores atender esta dimensión. 

El levantamiento de información para llegar a conocer la realidad de las familias en estos momentos de crisis, se realizó a través de una planilla entregada por la Comisión Socioemocional. Claudia Carrasco valoró positivamente este instrumento y comentó: “Nuestra directora ya nos había dado el desafío de poder establecer algunos criterios de pesquisas para poder llegar a las familias y ver finalmente qué cosas estaban ocurriendo. En este sentido, la planilla que nos enviaron, claramente complementa algunos antecedentes que nosotros ya habíamos visualizado y creo que es un esfuerzo súper importante porque se nota la intención de profundizar en el escenario socioemocional de nuestros estudiantes y ver la educación de nuestras familias de manera integral".

Las necesidades pesquisadas en las familias son variadas y para dar respuesta a ellas, se constituyó un equipo de asistencia social ampliado que ha orientado a las familias en la obtención de beneficios estatales y realización de trámites más recurrentes, como la clave única, permisos temporales y actualización del Registro Social de Hogares.

A este apoyo se suma la articulación de otras ayudas, como la asistencia psicológica. Konecta, institución que presta esta atención de manera gratuita está trabajando con las familias; así como con otras de la comuna y con clínicas que han desarrollado la modalidad online de atención, con las que también se han generado convenios. “Hay algunas que tienen un copago mínimo de $1.000 y otras copago $0”, contó Claudia. Lo importante de esta red de apoyo es que asegura que, en caso de requerir soporte de un dispositivo externo, la familia contará con él.  “Ninguna familia se queda sin atención”, afirmó.  

Además de esta red externa, el equipo de psicólogos del colegio se ha reunido en el consejo ampliado multidisciplinario de  gestión formativa en él también se están levantando posibilidades de colaboración directa para los estudiantes, sus apoderados e, incluso, para los colaboradores, “porque muchos profesores también se han quedado con este peso que significa saber la situación de nuestras familias y eso trae una congoja a nivel personal, entonces también hemos podido trabajar con los profesores”, agregó. Dentro de las líneas de acción diseñadas, también se encuentra una de acompañamiento espiritual para los miembros de la comunidad escolar.

“Sabemos que este es un tiempo de transformación del mundo para tener una sociedad más justa, una tarea común que hemos construido de manera conjunta y que nos llena el corazón”, reflexionó Claudia.

Emergencia sanitaria

Claudia señaló que este tiempo de confinamiento ha sido difícil y ha significado una adecuación de tiempos, espacios y roles para todos y, por supuesto, las familias de Belén no han estado ajenas a eso. Se ha observado que las cargas del hogar se volvieron más pesadas y la brecha tecnológica ha  tomado mayor relevancia, pues es el medio que permite el contacto con los estudiantes y sus familias.

“Los sentimientos de preocupación, ansiedad e incertidumbre son parte de la realidad actual en nuestra comunidad”, comenta y detalla que las condiciones de hacinamiento, cesantía (para los que tienen trabajos formales e informales) ha tenido como contraparte la disminución o ausencia total de ingresos familiares. A esto se suman otras condiciones estresoras como la falta de espacios habilitados para el estudio o la necesidad de compartirlo con quienes realizan teletrabajo y la preocupación que genera el aumento de  la violencia.

“Es sumamente difícil pedirles a las personas que se mantengan en sus hogares, cuando de esto depende si tienen o no ingresos para mantener a sus familias, sobre todo en aquellos casos donde dependen de lo que hacen día a día”, dijo Claudia aludiendo a la cuarentena obligatoria que actualmente deben cumplir las familias de La Pintana.

Solidaridad entre familias

Claudia valoró la organización que han tenido los propios apoderados  para ir en apoyo de las familias más afectadas del colegio, pues han colaborado en la compra de alimentos y han constituido red para cuidarse los hijos y apoyarse en los estudios.

“Padres, apoderados, abuelos, hermanos y tíos también han asumido el desafío de acompañar a nuestros niños y niñas que, pese a estas nuevas exigencias, se han dispuesto a perseverar, a continuar y a tener altas expectativas. Muchos han tomado contacto agradeciendo la gestión del colegio y los esfuerzos de los equipos para atender sus requerimientos”, valoró.