Continuar con clases remotas ha sido un desafío central en estos tiempos. El colegio Arzobispo Crescente Errázuriz buscó herramientas para gestionarlas de forma online, para asegurar el compromiso de los estudiantes con ellas y su aprendizaje.
La subdirectora de Enseñanza Media, Magdalena Ortíz, cuenta que la experiencia ha sido efectiva y muy valorada por alumnos, profesores y apoderados.
En cuanto se suspendieron las clases presenciales, el colegio Crescente Errázuriz comenzó a enviar material a sus alumnos. En un inicio, alojaban presentaciones en Powerpoint con audio en Google Drive, pero detectaron que esta organización era difícil de entender por parte de los estudiantes.
Al levantar información, obtuvieron un dato importante. Si bien no todos los estudiantes del colegio disponen de computador, casi el 100% de ellos tiene celular con acceso a internet y, como estos dispositivos hoy cuentan con planes de redes sociales liberadas, se les consideró “un aliado” para: contactar a los profesores con sus alumnos sin acceso a internet y hacerles llegar el material, implementar una nueva estrategia, utilizar nuevas plataformas y, finalmente, conseguir el objetivo de continuar educando.
Es por ello que a partir del 27 de abril empezaron a trabajar con Google Classroom, estableciendo un horario sugerido para el trabajo personal y un horario de clases en la plataforma de conferencias virtuales, Zoom, de 12:00 a 13:30, abordando cada día una asignatura distinta.
La subdirectora explica que la combinación de ambas plataformas de trabajo ha fomentado la autonomía de los estudiantes, al incorporarse espacios de trabajo sincrónicos (vía Zoom) y asincrónicos (Classroom).
Esto permite que aquellos alumnos que por diversos motivos no pueden conectarse a una clase por Zoom, sí pueden acceder a este material que es publicado en formato video en Classroom, cuando dispongan de conexión a internet y/o a un dispositivo electrónico. De esta forma, los estudiantes pueden ponerse al día, evitando los rezagos.
A lo anterior se suma el uso de formularios en Classroom y una retroalimentación exhaustiva y personalizada que los profesores dan a los estudiantes. Esto permite que los propios alumnos puedan monitorear y comparar algunas de sus respuestas con el resultado modelo.
Los beneficios y valoración de su uso
Magdalena cuenta que captar la atención de los estudiantes es siempre un desafío, pero “la verdad es que nuestros jóvenes echan mucho de menos el colegio y la mayoría está dando lo mejor de sí en el trabajo académico que les solicitamos”.
La subdirectora destacó el profesionalismo y la dedicación de los profesores, así como el vínculo que mantienen con sus estudiantes, factor que explica ha sido clave para hacer posible el funcionamiento y los buenos resultados de las clases remotas.
Explica que estudiantes, profesores y familias valoran el que haya horarios de trabajo sugeridos y un calendario que organiza y distribuye las fechas de entrega. “Uno de los espacios más valorados es la videollamada en Zoom, donde se replican lo más posible las condiciones de nuestras salas de clases”, contó.