Noticias

Tres alumnos cuentan cómo han vivido las clases remotas

Miércoles 01 de Abril de 2020

 

La suspensión de las clases presenciales, ha significado que nuestros estudiantes han tenido que iniciar un importante proceso de adaptación para crecer en autonomía y estudiar y desarrollar trabajo académico en sus casas. 

Entrevistamos a los estudiantes Benjamín Bello alumno de I medio del colegio Padre Damián de La Unión, a Nicolette Sepúlveda alumna de IV medio del colegio San Damián de Molokai de Cerro Navia y a Catalina Fuentes alumna del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz de Puente Alto, quienes  nos compartieron sus experiencias sobre las clases remotas, y cómo se han organizado para cumplir con las tareas asignadas. Los nombres de ellos fueron sugeridos por directivos o por los Centros de Alumnos. 

Enfrentar el encierro
Benjamín Bello, estudiante de I medio del colegio Padre Damián es transparente con las emociones a las que se ha enfrentado desde que tuvo que quedarse en casa: 

“Me ha costado mucho estar todo el día encerrado, sin ver a compañeros o poder cambiar de ambiente. Personalmente me agobia y estresa mucho esta situación. Una de las dificultades más grandes que he tenido está muy relacionado al tema personal. El encierro es algo muy fuerte, pero lo que más marca es la falta de contacto con gente externa a la familia, los amigos, los cercanos que están fuera de la casa”.

El alumno considera que frente a este cambio repentino de vida no ha tenido un espacio real de adaptación que le permita entender lo que pasa. “Tuvimos que seguir todo al mismo ritmo y a la larga son muchas las cosas que han cambiado”, mencionó.

Catalina Fuentes, alumna de IV medio del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz, comparte que ha experimentado ansiedad frente a la incertidumbre por el regreso a clases.

“En varias ocasiones también he sentido ansiedad por no saber cuándo será el regreso a clases normales, pero tengo claro que eso no es responsabilidad de nadie, sino que nos toca aceptar el contexto nacional que estamos viviendo”, contó.

Organización del estudio en casa
Nicolette del colegio San Damián se ha dado cuenta que las horas que  dedica a las tareas escolares desde casa no son igual de efectivas que estudiar en el colegio: “Han mandado muchos trabajos y el tiempo no siempre es el mismo que tenemos en el colegio. El tiempo en la casa se divide en otras responsabilidades también y tener una carga tan alta a veces se transforma en algo perjudicial”, mencionó.

Benjamín explica que el trabajo desde casa es complicado por las distracciones y la organización que deben tener con la familia: “Algunos no pueden trabajar como lo hacen en el colegio porque no cuentan con el espacio adecuado. Se desconcentran y tienen que estar muy coordinados con la familia porque todos están en diferentes funciones. Estos factores influyen mucho en que las cosas no sean tan fáciles”.

Para Catalina, el gestionar sus propio aprendizaje le ha llevado más tiempo que tener la asesoría directa del profesor y por ello cree que los procesos han sido más largos que en el colegio: “Personalmente he sentido una carga mayor que cuando teníamos clases presenciales, porque he estado la mayor parte de los días haciendo algo para el colegio y yo creo que es más que nada por lo que me ha costado entender algunas materias”.

Cantidad de trabajo y apoyo docente
Los tres alumnos coinciden que han sentido una mayor carga de trabajo, pero junto con ello valoran el apoyo de sus docentes y son capaces de ver que están viviendo un proceso de adaptación.

“Si bien la carga de estudio que hemos tenido no ha sido baja, el hecho de que los profesores se tomen tanto tiempo para explicarnos y realizar actividades ha sido de gran ayuda”, valoró Benjamín del Padre Damián.

“Durante estas dos semanas me he sentido bastante agobiada por la gran cantidad de tareas y actividades que han enviado…[ ]...Una de las cosas que más me ha dificultado estas dos semanas es no comprender al ciento por ciento algunas clases, a pesar de buscar la materia en otros medios como internet. También me ha dificultado que los horarios de consulta que determinan algunos profesores son muy cercanos al día que nos envían las tareas y considero que con la cantidad de clases y actividades que debemos realizar, es comprensible que no podamos hacer todas esas tareas, durante los tres días, por ejemplo, después de recibirlas”, mencionó Catalina del Crescente.

“Las dos semanas de clases remotas que hemos tenido han sido con una carga académica bastante alta. El material educativo que nos han mandado son materias que en III medio no las vi y eso ha generado que tenga que buscar mucho más en internet. Hay harto material que manda el colegio y no tener al profesor presente hace que el proceso se haga mucho más largo….Las principales dificultades que he tenido como alumna es que no conozco toda la materia que me mandan como tarea para la casa. Me cuesta mucho poder llegar al entendimiento completo, porque me falta la guía de un docente. Se nos pide autonomía, pero cuesta ir tomándola cuando se está acostumbrado a trabajar con un apoyo presente. Han sido días de adaptarnos a varios cambios y enfrentarlos de la mejor manera”, explicó Nicolette del San Damián.

La colaboración entre compañeros
Los tres coincidieron en la unión que han logrado sus cursos en estos momentos y cómo se han organizado a través de grupos de whatsapp para apoyarse mutuamente.

En el caso de los compañeros de Benjamín menciona cómo se han organizado para la comunicación entre ellos y con sus profesores: “Conversamos todas las dudas que podamos tener, ya sea a nivel académico como del mismo colegio. Nos hemos organizado para que sean sólo algunos alumnos los que tengan contacto directo con los profesores y de esta manera no bombardear con distintas informaciones”, explicó.

Nicolette cuenta que en su colegio también ha habido colaboración para asegurar que todos entreguen a tiempo: “Cuando alguno de nosotros necesita ayuda, mandamos un whatsapp y entre todos vamos conversando las dudas. También hemos hecho hartas videollamadas para trabajar varios trabajos entre todos, sobre todos los más difíciles. Si alguno tiene una duda, el otro se lo explica y esa dinámica nos ha funcionado bastante”.

En el caso del curso de Catalina al ser de IV medio se han organizado tanto en su curso como en los ramos electivos: “Cuando alguien no entiende algo o tiene dudas con algún ejercicio lo consultamos en esos grupos y ahí nos organizamos. Los que comprenden mejor se dedican a responder esas dudas y entre todos nos ayudamos”.

Los aprendizajes que valoran
Catalina cree que uno de los principales aprendizajes ha sido organizar mejor sus tiempos: “El contexto me ha ayudado a darme cuenta de que si las clases siempre fueran así, tendría muy poco tiempo libre. A futuro quiero entrar a la educación superior y tengo claro que los tiempos serán más reducidos, por lo que este periodo me ha ayudado a ordenarme mejor”.

Benjamín cuenta que en estos días se ha dado cuenta que necesita espacios concretos para poder concentrarse: “Me ha servido para conocerme en ese sentido. Siento que estas semanas hemos reforzado lo que hemos visto en clases y ha sido un repaso intensivo, pero también creo que me falta el espacio más lúdico, más recreativo que ayude a divertirnos un rato”.

Nicolette valora que ha crecido en el hábito del estudio: “Tener horarios fijos en lo que me dedico a estudiar, investigar. Aprender cuál es la mejor manera de salir de una duda o encontrar una respuesta. Siento que este trabajo en casa necesita mucha responsabilidad, un acto que hay que ejercitar. He tenido que ser mucho más organizada con mis tiempos, saber cuánto tiempo necesita cada trabajo o cada ramo. Y creo que este aprendizaje es algo muy importante para el futuro.”





Información de contacto

Moneda 1958, Santiago
fundacion@beleneduca.cl
22 69 88 867