Querido Jesús, amigo:

Te queremos contar que este año 2020 estamos celebrando contigo nuestros 20 años como Fundación Belén Educa.

Tú eres el corazón de nuestro Proyecto Educativo, eres la luz que nos ha ido mostrando el camino. Tú has sido fuente de vida para luchar por una sociedad más justa y solidaria, apoyados en nuestra madre María.

En estos 20 años tenemos que agradecerte Jesús tanto que hemos soñado, tanto aprendido, tanto gozado, tanto compartido, tanto logrado, tanto buscado y tanto construido. 

Y tanta verdad y convicción aprendida que nos han ayudado a evolucionar y a crecer como Fundación. 

Todo en Ti y desde Ti.

Hoy tenemos 12 colegios, 14.320 alumnos  y más de 1500 colaboradores. En nuestros 20 años 20.903 alumnos han pasado por nuestras salas de clase.

Gracias Jesús, amigo:

Porque inspiraste a Jorge Cisternas y a Juan Enrique Guarachi, acompañados por el Vicario padre Juan de Castro a dar inicio a este proyecto educativo en beneficio de los más necesitados.  Gracias, Señor, porque la Fundación ha continuado gracias al aporte incondicional de los miembros del directorio, los directores de colegios y los benefactores.

Gracias Jesús, amigo:

Porque se ha ido cristalizando en estos 20 años nuestra identidad Belén, con la certeza de que nacimos para amar y servir a nuestros alumnos y a nuestras familias, necesitadas de humanidad.

Gracias Jesús, amigo:

Porque Tú, en tu profunda humanidad, nos enseñas que las personas son lo esencial.  Ellas son las protagonistas del cambio por un mundo mejor para todos. Gracias, Señor, porque en Belén Educa, las personas a las cuales dedicamos nuestra misión con amor son los niños, niñas y jóvenes, los profesores, los asistentes de la educación y los padres, madres y apoderados de nuestras comunidades educativas. 

Gracias Jesús, amigo:

Porque con tu modelo de vida aprendemos que eres el Maestro que consuela, que acompaña, que no juzga, que se abre a todos y que es compasivo.  Gracias, Señor, porque siguiendo tu huella, Belén Educa ha sido un lugar abierto para todos los que nos necesiten.

Gracias Jesús, amigo: 

Porque con tus actitudes nos enseñas a ser capaces de tener conversaciones constructivas, gestos amables, oportunidades de desarrollo y manos amigas, compañeras de camino de los más desfavorecidos.  Gracias Señor, porque encontramos en la oración Belén que rezamos todos los días en los colegios, la invitación a ser más hermanos de los que nos rodean, especialmente de los más necesitados.

Gracias, Jesús, amigo:

Porque nos invitas a seguir caminando por la vereda del Amor para que encontremos en Belén, un lugar sencillo y acogedor. 

Gracias Jesús, amigo.

Amén.