Tres directoras nos contaron cómo se ha vivido esta etapa en sus colegios y comunidades, las principales necesidades detectadas, la organización de la ayuda, las dificultades que han debido enfrentar en este proceso y el compromiso y relación con las familias y comunidades.
Loreto Lillo del colegio Juan Luis Undurraga, Denisse Césped del Cardneal Carlos Oviedo y Emelina Carrasco del Arzobispo Crescente Errázuriz, coincidieron en los siguientes aspectos centrales.
La emergencia sanitaria del Covid-19 ha puesto a las familias de las comunidades educativas en situación de extrema vulnerabilidad. El nivel de cesantía aumenta cada día, y si bien han sido momentos de angustia e incertidumbre tanto para los padres como los niños, el apoyo socioemocional que siempre ha existido en nuestra red se hizo presente una vez más, gracias al incansable compromiso de docentes y asistentes de la educación.
“Nuestras familias comenzaron a quedarse sin trabajo, más allá del porcentaje de cesantía que tiene el colegio, que es de un 28%, según una encuesta finalizada hace dos semanas atrás, por lo tanto, ya podría ser mayor hoy día. Nuestros papás no tienen trabajos formales”, comentó Loreto Lillo.
Sobre este punto Denisse Césped contó que en el caso del colegio Oviedo, hace dos semanas se evidenció una explosión masiva de la cesantía y hoy ha aparecido fuerte el tema de la carencia de alimentación. “Nos dimos cuenta de que incluso teníamos información de niños que ya no estaban comiendo dos veces al día, o sea, ni siquiera hablo de tres, de familias que sólo estaban asegurando el almuerzo”, lamentó.
En el colegio Crescente Errázuriz la situación no dista de las anteriores y Emelina Carrasco explicó que “sabíamos que los índices de cesantía crecían día a día. Hoy hay más de 500 familias de nuestro establecimiento sin trabajo”.
Por esta razón, a la primera preocupación que fue conseguir la conectividad de los alumnos para asegurar la continuidad de su proceso educativo, se sumó la urgencia de cubrir las necesidades básicas de sus familias, tales como alimentación y calefacción.
Emelina relata que “en este momento la necesidad de los apoderados es mucha: solo esta semana los casos de apoderados contagiados con Covid ha aumentado de manera impactante, además el miedo de no tener qué comer, es algo que se repite en muchas familias. Son familias que no tienen una ficha social, ya que se encontraban trabajando. Son apoderados que no les alcanza con el Seguro de Cesantía, ya que no están en el primer mes, sino que llevan un tiempo ya sin trabajo. Entonces, junto con todo el apoyo socioemocional que siempre buscamos entregar, también apuntamos poder entregar cajas con alimentos”.
Denisse Césped agrega que “no damos a basto con la cantidad de necesidades. No hay canastas de medidas que contenga las dificultades que las familias están viviendo. Los niños están más aburridos y ociosos y los padres más angustiados, lo que amplía el círculo vicioso de la violencia en el hogar o la desestabilización emocional de los niños”. Estas situaciones han hecho que los equipos escolares experimenten un vaivén de emociones, pasando de la angustia de no poder cumplir y ayudar a todos, hasta la pena por lo que vive la comunidad.
El dolor provocado por estas situaciones ha sido sobrecogedor, pero la comunidad ha encontrado esperanza en la unión, en su gran capacidad de organización y en su eficacia para llegar a los hogares con más dificultades. “La comunidad es increíble, es increíble el compromiso no solamente para buscar formas de educar a distancia, como fue en el principio de la emergencia, sino que también preocupándose de lleno por cada uno de los niños, cómo están, qué necesitan, moviendo redes y no solamente en lo económico, también buscando redes de apoyo para atender sus dificultades emocionales, como qué psicóloga los pueda llamar. Hay un compromiso grande en la comunidad completa para dar respuestas a lo que hoy estamos viviendo”, valoró Loreto Lillo.
Tanto profesores como apoderados han sorteado todos los problemas que han surgido en el camino para lograr esta labor.
Y si bien no ha sido fácil, el colegio Juan Luis Undurraga ya va por su segunda campaña de alimentación, pudiendo llegar a más de 200 familias gracias a la distribución de giftcards para la compra de mercadería, medida que facilitó la logística de la obtención y posterior distribución de los alimentos, explicó su directora.
Además, han desarrollado una campaña de juegos de mesa, con el fin de alivianar la carga emocional de los niños que han pasado “mucho tiempo de encierro y pensamos en cómo colaborar, en que el juego, también es aprendizaje y muchas veces no tienen las condiciones para acceder a ellos o a un libro de cuentos”. Para llegar con estos elementos destinaron parte del dinero recolectado a la compra de juegos didácticos, pero también los reciben como donaciones que serán entregadas a los niños junto a la distribución de las canastas.
Situación similar es la que se vive en el colegio Cardenal Carlos Oviedo, que está optando por la realización de ollas comunes para lograr una mayor cobertura, ya que 20 canastas familiares equivalen a 100 raciones de olla común. “Sentimos que la cobertura que podíamos dar y asegurar una comida caliente era más amplia, pero fue con dolor porque en el fondo es el último piso antes de la nada”, relató su directora.
La organización ha requirido un equilibrio entre los equipos docentes, profesionales y fundacionales. Sin embargo, son los padres como líderes de su comunidad los que han organizado la logística. “La tristeza es la necesidad, la belleza es cómo puede crecer un equipo organizado de personas con buena voluntad y con clara importancia del amor al prójimo”, valoró Denisse.
Cuenta que pese a la dura contingencia, no se olvidaron de otras situaciones complejas existentes dentro de la comunidad, como la de Cristián Vargas, alumno con una grave enfermedad, para cuyo apoyo también se organizó una campaña.
El colegio Arzobispo Crescente Errázuriz también está es su segunda campaña, entregando cajas de alimentos, haciendo un importante uso de redes sociales para difundir y fortalecer su labor. El área de Pastoral creó la campaña “Arcoiris”, en la cual apoderados compartían fotos de dibujos de los niños con el lema “Vamos a estar bien”, iniciativa que nos muestra la esencia misma de la comunidad.
Emelina Carrasco valoró como una de “las experiencias más lindas que hemos tenido en esta campaña es que ha estado basada en la confianza de los donantes y por otro lado su pilar es el trabajo en comunidad”.
Para las tres directoras el trabajo colaborativo dado dentro de las comunidades ha sido la clave para concretar con éxito estas campañas de ayuda. Equipo directivo, docentes, asistentes de la educación, administrativos, pastorales, centros de padres y estudiantes son una gran comunidad movilizada por un claro objetivo, ayudar a los más afligidos hoy. La solidaridad ha sido la mejor herramienta para enfrentar esta crisis.
Carmen Cisternas, directora de Relaciones Institucionales, está a cargo de la coordinación de las campañas solidarias en Belén Educa, estas se dividen en aquellas organizadas por cada colegio y destinadas a promover el aporte de apoderados y colaboradores; y otras campañas son las fundacionales que están dirigidas a motivar a empresas y externos.
En el caso de las campañas de los colegios se ha utilizado la planilla socioemocional que permitió priorizar necesidades, desarrollar cada proyecto y focalizar la ayuda.
Carmen explicó cada uno de estos niveles, señalando que las campañas fundacionales apuntaron, en una primera etapa, a dotar de equipos y conexiones a internet a los estudiantes sin acceso a estas herramientas, con el propósito de facilitar su educación virtual.
Al finalizar estas campañas, un total de 374 computadores habrán sido puestos a disposición de los alumnos prioritarios y se habrán distribuido 300 sim cards. Pero la realidad de “los 14 mil alumnos y 7 mil familias de comunas vulnerables que están sufriendo los efectos de la cuarentena en sus ingresos, con un 35% de desempleo promedio en los sostenedores de estas familias golpea muy fuerte socioemocionalmente a nuestros estudiantes. Por ello, queremos aportarles algo de tranquilidad demostrándoles que no están solos”, agregó.
Por esto, pronto comenzará una nueva campaña institucional consistente en la distribución de canastas de alimentos a las 4 mil 600 familias más necesitadas de nuestra comunidad escolar. “Sabemos exactamente qué familias nos necesitan y queremos aportarles dos cajas con alimentos por $25.000 cada una en los meses de junio y julio”, detalló.
En esta iniciativa han contado con el apoyo de una nueva empresa aliada, destacando la importancia del aporte del sector privado para su éxito.
En cuanto a las campañas organizadas por los colegios, subrayó la gran empatía, capacidad de autogestión, movilización y promoción de una red solidaria entre colaboradores y apoderados. Carmen indicó que para velar por el correcto funcionamiento de estos procesos se requirió “de un marco institucional, un manual para entregar los criterios que deben organizar la recepción de donaciones”, el que incluye las siguientes etapas: diseño, convocatoria, seguimiento y rendición de cuentas (aportando transparencia al proceso).
Recalcó que las campañas se han desarrollado respetando los espacios de cuidado de las familias, “la entrega de las canastas se realizó de manera muy personalizada, varios colegios las llevaron a las casas aprovechando la oportunidad para conversar con las familias, conocer su situación y entregar compañía y cuidado”.
“Campaña Institucional”
Recolecta dinero para entregar dos canastas de alimentos por los meses de junio y julio a las familias más necesitadas de la comunidad escolar de Belén Educa
Para información y aportes:
Fondo Social Belén Educa
RUT 8128930-1
CTA CTE 5100423067
BANCO SANTANDER
Relaciones.institucionales@beleneduca.cl
Campañas de los colegios Belén
Recolecta dinero o alimentos con el objetivo de entregar 150 almuerzos para apoyar a entre 35 y 40 familias cada semana. Cada miércoles se puede entregar mercadería, donar para compra de insumos y/o ser voluntario.
Para información y aportes: marcelo.martinez@beleneduca.cl
Recibe aportes en dinero para entregar 100 canastas con los elementos básicos que necesita un hogar, destinada a las familias de los alumnos más necesitados.
Para información y aportes: pastoralsocial.vicuna@beleneduca.cl
Recibe aportes en dinero para destinarlo a ayudar a las familias más necesitadas.
Para información y aportes: claudia.quintanilla@molokai.cl
Recibe aportes en dinero para comprar alimentos, gas, útiles de aseo y conexión a internet para las familias que más lo requieren.
Para información y aportes: jessica.valdes@beleneduca.cl
Recibe donaciones en dinero para entregar canastas familiares a los que más lo necesitan hoy.
Para información y aportes: colectasilvana@gmail.com
Recibe aportes en dinero para apoyar a sus familias más golpeadas por la pandemia.
Para información y aportes: tesoreria.csfa@gmail.com
Recibe donaciones en dinero para ayudar a las familias de la comunidad con alimentos y gas para calefacción.
Para información y aportes:
cesar.cona@beleneduca.cl
jrodriguez@beleneduca.cl
carlos.aranguiz@beleneduca.cl
pamela.trincado@beleneduca.cl
Recibe aportes en dinero y alimentos para entregar 42 canastas al mes hasta que termine la contingencia.
Para información y aportes:
donacionescolegiocrescente@beleneduca.cl
Entrega especies: Cabo de Hornos 1965, Puente Alto (8.00 a 14.00 hrs)
Recolecta donaciones en dinero para entregar canastas familiares y vales de gas, además de recibir alimentos y sacos de leña.
Para información y aportes: nicole.molina@molokai.cl
Centro de acopio y recepción de donaciones: Manuel Ossa 329, La Unión.
Recibe donaciones en dinero para entregar canastas a las familias con los jefes de hogar cesantes.
Para información y aportes: pastoralsocial.caro@beleneduca.cl
Recibe aportes en dinero para ir en ayuda de los más necesitados de su comunidad.
Para información y aportes: camila.contreras@beleneduca.cl
Recibe donaciones en dinero para entregar canastas a las familias con mayores necesidades.
Para información y aportes: pastoral.sazie@molokai.cl