El 18 de agosto se vive el Día de la Solidaridad, en conmemoración de San Alberto Hurtado. Ese mismo día hace 12 años nacía el, hasta entonces, octavo colegio de Fundación Belén Educa, que lleva su nombre.

Cada año el establecimiento dedica una semana a diferentes actividades y festejos en los que participan colaboradores, profesores, estudiantes y familias, teniendo como centro de las celebraciones la misa de aniversario en la que toda la comunidad se reúne para agradecer por el tiempo de trabajo y crecimiento juntos.

 

Sin embargo, la pandemia alteró los planes y se debieron buscar nuevas estrategias y actividades para festejar este nuevo año de vida porque, pese a lo difícil del contexto actual, el colegio sigue ahí para sus estudiantes y familias. Sus colaboradores han volcado su esfuerzo y creatividad para mantener a los niños y niñas conectados y continuando con sus aprendizajes. Sin duda, en un año especial, hay mucho que pedir, pero también que celebrar y agradecer.

Entre las actividades llevadas adelante destacan la tradicional misa de aniversario, que pudo celebrarse en comunidad gracias a la tecnología que permitió llegar a los hogares. Además, los equipos de Formación y Convivencia desarrollaron un programa de festejo y recreación, algunas de estas iniciativas fueron: taller de manualidades y taller de maquillaje, realizados vía zoom, y que contaron con la entusiasta participación de los más pequeños.

En el caso del ciclo II, los estudiantes participaron en un matinal que incluyó conversación, concursos y actividades animadas por los profesores del ciclo. Entre ellas: el tiempo, ¿qué hay dentro de la caja?, el Sr. Lápiz, adivina quién. Los profesores se disfrazaron y compartieron una mañana llena de festejo.

El tercer ciclo también celebró con un programa transmitido por Instagram, red social más utilizada por los estudiantes, donde estuvieron invitados docentes del ciclo y se realizaron diversos concursos.

Entre estos festejos, hubo uno dedicado a los colaboradores del colegio. El grupo de bienestar del establecimiento envió un regalo con motivo del aniversario a cada uno de ellos. Durante todo el día se organizaron para repartir y llevar a las casas de cada colaborador una "cajita dulce". Fue una linda sorpresa que requirió de una gran gestión y que permitió conectar a la comunidad, demostrar el cariño y cuidado que han cultivado y celebrar pese a los momentos complejos. En total se repartieron 150 cajitas.