Un desafío permanente que han enfrentado tanto alumnos como profesores de nuestros colegios, ha sido encontrar los mecanismos para asegurar que el proceso de retroalimentación de los aprendizajes se desarrolle de manera permanente con el propósito de mantenerse conectados, entregar los contenidos y conocer el nivel de aprendizaje de estos, para que, estudiantes y docentes conozcan los logros alcanzados, las debilidades que reforzar y las correcciones necesarias para adquirir las competencias y habilidades esperadas.
 
Este trabajo ha pasado por diferentes etapas. Desde la incertidumbre inicial, para unos, sobre cómo llegar a sus alumnos con las materias y asegurar la continuidad del proceso educativo y, para otros, con relación a si tendrán las capacidades y el apoyo para, finalmente, aprender; hasta la confirmación de que el trabajo constante, la comunicación permanente y la retroalimentación de cada contenido entregado y actividad realizada, están dando sus frutos: los niños, niñas y jóvenes de Belén Educa continúan recibiendo educación de calidad, desarrollando talentos y aprendiendo las materias que los habilitan a continuar el progreso de su etapa de formación y, esto, con un gran plus, enfrentados a las evaluaciones formativas hoy su compromiso es con y por el “aprender”, y no solo por recibir una calificación ni promoción.

A través de estas fichas, conocemos qué ha significado y cómo valoran este proceso y el apoyo recibido los estudiantes de la Fundación.