Ante un año tan desafiante como incierto, los profesores de las especialidades técnico profesionales del colegio Cardenal Carlos Oviedo buscaron fórmulas para motivar a los alumnos, mantener su adhesión a la especialidad elegida y dar continuidad a su proceso de aprendizaje, considerando que su trabajo requiere de actividades prácticas a las que las clases remotas añaden complejidad. Surgió así la idea de crear una “Cajita de investidura” que se convirtió en la alternativa a la ceremonia de investidura que marca un hito para los estudiantes de III medio: es la bienvenida a su educación Técnico Profesional. Así lo relató Bernardita Rojas, subdirectora de tercer ciclo, quien compartió detalles de esta iniciativa, su implementación y resultados.

Importancia de la ceremonia de investidura

Durante el mes de marzo, los estudiantes de III medio viven el hito de investidura, unos de los más importantes del estudiante TP, ya que es la bienvenida a su educación Técnico Profesional, comenzando una nueva etapa académica: su proceso formativo en cada una especialidad. Con esta ceremonia se cierra también “el compromiso de los alumnos hacia la especialidad y su proyecto de vida, teniendo conocimiento que quizás no sea la carrera que seguirán en un futuro, pero sí es una carrera que contribuirá en el desarrollo de valores, competencias y habilidades que son fundamentales para un estudiante titulado del Colegio Oviedo”, afirmó la subdirectora.

 

Tradicionalmente esta ceremonia se realiza ante autoridades del colegio, de la Fundación y todos los estudiantes de enseñanza media. y en la ocasión se entrega a cada alumno de III medio un símbolo de la especialidad.

 

Bernardita destacó que “esto hace que los investidos se sientan valorados y referentes de la comunidad, ya que el ser parte de una especialidad es el corolario de la vivencia del proceso de elección de especialidad en II medio”.

Nueva expresión del mismo hito

Bernardita explicó que esta idea surgió del equipo TP, en un año que ya ha implicado demasiados desafíos, adaptaciones y algunas privaciones para los estudiantes. Pensaron en  cómo asegurar que los alumnos de III medio vivieran de una manera adaptada su ceremonia de “investidura” y se mantuvieran motivados y parte de la especialidad elegida por ellos. Para esto, se pensó en entregar un regalo que simbolizara su ingreso a la educación Técnico Profesional. Nació así la “Cajita de investidura”, ella consiste en:

• Una carta de bienvenida al TP.

• Un kit para cada estudiante con los insumos básicos para poder realizar clases prácticas: clases sincrónicas de taller y la posterior práctica del estudiante en casa, según las indicaciones entregadas por los docentes. Su contenido varía según la especialidad:

Telecomunicaciones:

• 1 placa Arduino UNO R3 CH340

• 1 Cable USB

• 1 Cable Batería 9v

• 1 Protoboard 830 puntos

• 10 Cables Dupont Macho Macho

• 10 CAbles Dupont Hembra Hembra

• 15 LEDs

• 40 Resistencias 1/4w

• 5 Pulsadores

• 1 Fotoresistores LDR

• 1 Buzzer Activo 5v

• 1 Potenciómetro

• 2 Display 7 Segmentos

• 1 Caja plástica organizadora

• 1 Módulo Bluetooth

• 1 Sensor detector de movimiento

• 1 Módulo Lector RFID

Gastronomía:

• Tabla de corte blanca 38’51 cm.

• Cuchillo Medio Golpe 20 cms. blanco Disolle

• Plantilla 8 cms. blanca Disolle

• Bowl acero inox 17 cm. 0,7 lts.

• batidor manual plano 30 cm-

Administración:

• Calculadoras

• Audífonos, para apoyo de las clases virtuales.

La entrega del kit se realizó de manera personalizada. Cada alumno asistió al colegio en un día determinado para recibir su “Cajita”, en un contexto adaptado de investidura.

La cajita y el trabajo práctico de TP

Considerando que la educación media Técnico Profesional está orientada al desarrollo de aptitudes, competencias, habilidades y conocimientos, desde un enfoque de aprendizaje práctico, en un comienzo, las clases prácticas estuvieron enfocadas a la realización de cápsulas de aprendizaje por parte de los docentes y con elementos que los estudiantes tuvieran  disponibles en casa, sin embargo, en muchas oportunidades esto implicaba planificar hasta tres modalidades diferentes, considerando los recursos con los cuales contaban.

El kit entregado cambió estas condiciones. “Al tener un material homogéneo para todos, nos permiten planificar las clases prácticas de mejor manera, generar instancias de monitoreo y retroalimentación a los estudiantes y realizar evaluaciones  individuales y grupales, lo que facilita mucho el trabajo del docente y, a su vez, vemos estudiantes más motivados con la especialidad, permitiendo que ellos sean protagonistas de sus aprendizajes y proceso de investigación en ciertas situaciones”, explicó Bernardita.

Con este propósito, también ha sido clave asegurar el acceso a computadores y conectividad para los estudiantes TP, que, gracias a gestiones internas del colegio y a donaciones externas, se ha alcanzado que el 96% de estudiantes cuenten con recursos para realizar las clases. “Sin embargo, somos conscientes que existirá una brecha en términos curriculares y técnicos en la generación de estos jóvenes, pero aún así tenemos el compromiso con ellos y sus familias que utilizaremos todos los recursos para poder disminuirla al máximo”, afirmó Bernardita.   

Valoración de la “Cajita de Investidura”

Para el equipo, TP es un desafío que asumen con gusto, compromiso y motivación, pensando principalmente en el aporte que son para el desarrollo de habilidades y competencias de sus estudiantes, a la vez que  permite que los docentes retomen su rol de líder “al modelar sus clases, desde su postura, usar su uniforme de gastronomía, por ejemplo, y evidenciar al profesional”. Por su parte, estas formalidades acordes a su especialidad son agradecidas por los estudiantes, quienes posteriormente replican la imagen y enseñanzas del profesor. “Esta nueva forma de enseñar levantó nuevas e innovadoras estrategias, se cree que es así para todos los docentes hoy en día, pero este fue un gran desafío; realizar un viaje al aprendizaje, recrear el tiempo y espacio, en momentos que dan la oportunidad de romper estos esquemas. La educación no es un aprendizaje para la vida, sino un proceso de vida”, enfatizó la Subdirectora.

Principales aprendizajes

Para Bernardita Rojas, “este ha sido un tiempo de aprendizajes, uno de los mayores es la preocupación por el otro, principalmente por nuestros estudiantes como ser humano y alguien que muchas veces necesita de un consejo, de ser escuchado, una ayuda o una motivación para poder seguir, sin importar la adversidad”. Contener, motivar para que los jóvenes no abandonen su proyecto de vida y estar al servicio de la comunidad, ha sido fundamental. Muchas familias están pasando momentos difíciles y muchos estudiantes han debido asumir nuevas tareas en sus hogares (trabajar, cuidado de sus hermanos, dueñas de casa). 

Finalmente, Bernardita Rojas destacó que la Cajita de Investidura es una muestra de la entrega y compromiso de los docentes con sus estudiantes, su bienestar y aprendizaje. Esfuerzos que no han sido en vano, gracias a iniciativas como esta, así como al seguimiento sistemático y constante por parte del colegio para dar respuesta a necesidades concretas, se ha disminuido la ansiedad y estrés y se ha conseguido la adhesión de los alumnos con sus estudios.