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Colegios fomentan el encuentro con festivales de nanometrajes, voz y concurso de textos

Martes 21 de Julio de 2020

 

Los colegios se han movilizado para generar instancias de encuentro y despliegue artístico de los estudiantes. Estas semanas las redes sociales fueron escenario de tres destacadas actividades: el “Concurso de nanometrajes del Silva”, el “Festival de la voz del Fresno” y el concurso “Oviedo en 100 palabras”. 

Docentes de los colegios cuentan cómo han vivido estas exitosas y bellas experiencias virtuales, que han concitado amplia adhesión de estudiantes y que en un período de pandemia, contribuyen a mantener la salud emocional, afianzar vínculos, fortalecer la comunidad y, por cierto, ampliar y visibilizar habilidades artísticas, pues en todos los casos recibieron  piezas de gran creatividad y calidad.

Karina Bacelli, profesora de Artes Visuales, explicó que el “Concurso de nanometrajes del Silva” surgió como una manera de aportar al bienestar de los estudiantes y dar un espacio para que expresaran sus emociones y sentimientos en este tiempo en el que muchas familias están viviendo situaciones complejas. Con este diagnóstico “la directora académica Fabiola Lobos, nos consultó cómo podíamos aportar desde nuestras asignaturas”, explicó Karina que a partir de esta reunión planificó una actividad “que se pudiera desarrollar en paralelo a los objetivos de aprendizaje. Que fuese atractiva, cercana a sus intereses y que pudieran realizar desde sus casas y usando su celular”. Tomando el contexto de cuarentena, el tema propuesto para los cortos de 30 segundos de duración fue: "Tiempos de Pandemia".

Las actividades de los colegios Oviedo y del Fresno son proyectos que habían tenido versiones anteriores, pero que lograron adecuarse al modo remoto. El “Festival de la voz del Fresno” es parte fundamental del calendario de actividades musicales del establecimiento, contó Cristián Ramos, encargado del área de Música. Similar es el caso del concurso literario “Oviedo en 100 palabras” que nació el 2018 con la intención de motivar a sus alumnos a escribir cuentos breves para el concurso

  • Santiago en 100 palabras.

“Desarrollamos el proyecto de escritura en las clases de Lenguaje y nuestros jóvenes nos sorprendieron con su entusiasmo y capacidad creativa”, contó la profesora de Lenguaje Macarena Mejías quien valoró el proceso y resultados, indicando que “leer la versión final de cada cuento fue para todos muy gratificante y quisimos compartirlos con el resto de la comunidad, a través del primer libro con una selección de cuentos”.  

  • El valor de las actividades extracurriculares en tiempo de pandemia

Los tres profesores valoraron el aporte de estas actividades en el contexto actual, aunque si bien la separación física podía agregar alguna dificultad para motivar y orientar a los alumnos, es precisamente este contexto el que “requiere poder escuchar a nuestros estudiantes y diversificar la manera en que llegamos a ellos”, afirmó Macarena.

De esta manera las expresiones artísticas de los estudiantes se han convertido en un vehículo para escucharlos y para que ellos comuniquen las experiencias y emociones de este momento. Este también ha sido un espacio para que la creatividad e imaginación permitan la distracción. 

Además, a través de las actividades extracurriculares se ha “mantenido el contacto con y entre los estudiantes, han involucrado a las familias y fortalecido el sentido de comunidad”, agregó Cristián.  Para Macarena este sentido se logra transmitir y “alumnos y apoderados ven en nosotros una comunidad abierta. El colegio no ha cerrado, sólo ha diversificado los medios de comunicación y vínculo”. 

En la misma línea, Karina comentó que “la comunidad con los alumnos es un cuerpo vivo que debe alimentarse, cuidarse y comprenderse. Una tarea diaria que no termina nunca. Esta misma actividad del concurso, todos son aportes que apuntan a lo mismo, a recordarles que aun cuando no estemos físicamente presentes, ellos siguen existiendo para nosotros y ojalá pudieran darse cuenta que cada actividad que planificamos es pensando en cautivarlos. Las formas son limitadas, pero la intención de conexión está presente”.

  • La motivación y participación de los estudiantes

“No hay una receta mágica, pero intentamos pensar en la motivación de nuestros estudiantes desde la planificación de nuestras clases preocupándonos de que sean interesantes y abordables. Ha sido complejo porque nuestra asignatura tiene una gran carga horaria”, relató la profesora de Lenguaje del colegio Oviedo. Así como también han aprovechado la oportunidad de contacto que ofrecen las clases sincrónicas y las redes sociales. Estas últimas favorecieron la participación de los alumnos en el proyecto. “Me atrevería a decir de hecho que la mayor dificultad que enfrentamos no es la falta de motivación, sino las dificultades de acceso y la compleja situación que viven las familias de nuestros estudiantes”, explicó.  

La profesora de Artes Visuales relata que han trabajado para mantener motivados a los estudiantes a través de las cápsulas y otras actividades académicas y coincide con su colega en que “esto también va a depender de las condiciones socioeconómicas y emocionales de cada una de las realidades familiares de los estudiantes”. El área de Música también ha utilizado cápsulas con canciones, en su caso, o con mensajes invitando a los estudiantes a participar y hacerse parte de su propio proceso de aprendizaje.

Sobre los resultados de este trabajo de motivación, ellos se expresan, entre otras formas, en la participación de los alumnos en los concursos. “Hay ganas de participar, como se ha dado en las diversas actividades que hemos tenido”, aseguró Cristián Ramos. Evaluación que fue compartida por Karina Bacelli quien comentó que “es difícil que los estudiantes participen en actividades donde no existe evaluación, solo por el deseo de ser parte de este maravilloso experimento. Por tanto, es positivo y estimulante lo que aconteció en esta actividad, sobretodo en este contexto”. “Llama la atención y a su vez complace la cantidad de participantes y, sobre todo, la calidad de los videos”, durante un periodo de tres semanas se recibieron 45 propuestas de alumnos entre 5° y 8° básico, trabajo que será reconocido en una próxima premiación. 

Los resultados del “Oviedo en 100” son coincidentes con lo anterior, “pese a las complejidades del trabajo remoto, recibimos en una primera etapa 1.390 cuentos y a medida que avanza el proyecto y las actividades nos han seguido llegando algunos más. Ahora estamos en la semana de recepción de ilustraciones de los cuentos” contó Macarena Mejías. 

La participación en el Festival de la voz del Fresno también  fueron sobresalientes. Mediante una invitación abierta fueron 30 estudiantes desde prekínder a II medio, 2 apoderados y una profesora quienes entregaron sus grabaciones, las que fueron exhibidas durante una semana en las plataformas para luego dar el mismo tiempo para la realización de la votación popular por esta misma vía. Finalmente, los ganadores por categorías fueron anunciados en un programa grabado para estos efectos.

  • Particularidades de los concursos en modalidad remota

Ya sea que la actividad sea una iniciativa reciente, como en el caso del “Concurso de nanometrajes del Silva” o versiones en nueva modalidad, como son  el concurso literario “Oviedo en 100 palabras” y el “Festival de la voz del Fresno”, su ejecución de manera virtual tuvo características especiales: “La diferencia fundamental de realizar el festival en este formato es que los participantes no se enfrentan a un público en vivo y en directo, sino que están desde la comodidad de sus hogares grabándose. Pensamos que esto favorece el desplante y las ganas de interpretar una canción para participar”, contó Cristián Ramos. Macarena Mejías, explicó que “vincularnos de manera remota nos hizo poner mayor énfasis en el material y los medios que utilizamos para llegar a nuestros estudiantes. 

Además, este año, no sólo invitamos a nuestros estudiantes a escribir, los hicimos partícipes en la elección de un cuento ganador a través de Instagram. Ahora estamos en una nueva fase que consiste en ilustrar los cuentos seleccionados para el libro, por ello, estamos trabajando de manera conjunta con el equipo de Artes”. 

En el caso de Karina Bacelli, el concurso de nanometrajes fue el primero de este tipo realizado de su colegio, pese a ello asegura que “esta actividad, dada por el contexto que todos conocemos y los resultados, tiene un carácter particular que no se puede comparar con otro momento”.

  • Futuras actividades extracurriculares en modo virtual

Karina Bacelli, profesora de Artes Visuales del colegio Silva, sostiene que “no existen recetas cuando se trata del trabajo con personas y más cuando hablamos de preadolescentes y en este contexto son varios los factores que operan. En mi caso, tengo planificada una segunda actividad de estas características trabajando otro lenguaje específico de las artes visuales y vinculando la actividad con un contexto más poético de lo cotidiano”. Además, indicó que espera que el concurso de nanometrajes se pueda instalar de una forma más institucional y como una actividad anual.

Para Cristián Ramos, encargado del área de Música del colegio Fresno, dar continuidad a estas actividades tiene gran importancia, pues ellas involucran a toda la comunidad, la música se disfruta en familia, lo que favorece que “podamos volver a vernos habiendo fortalecido nuestro vínculo”.

Macarena Mejías, profesora de Lenguaje del colegio Oviedo, comparte la idea de sus colegas. “El contexto actual requiere comunidades vinculadas y activas, requiere poder escuchar a nuestros estudiantes y poder diversificar la manera en que llegamos a ellos, sus cuentos e ilustraciones son medio de expresión de lo que están viviendo y sintiendo y una manera de distracción también. Seguir con este tipo de actividades nos permite escucharlos”. 





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