“¿Cómo apoyarlos cuando sabemos que han hecho todo para que ningún niño se quede atrás?”, fue la interrogante con la que Vanessa Mac Auliffe, directora del área de Asesoría de Súmate, explicó desde dónde debieron plantearse el diseño de la jornada de encuentro y formación que brindaron a los colaboradores de Belén Educa que trabajan porque sus alumnos culminen su trayectoria escolar.
Es por ello que, reconociendo el valor de lo realizado, la instancia buscó reflexionar, compartir y mostrar las prácticas y estrategias que esta fundación del Hogar de Cristo viene desarrollando desde hace 27 años para retomar la trayectoria educativa de un joven después de haber vivido una experiencia de exclusión escolar.
Así también lo valoró Pedro Larraín, director ejecutivo de Belén Educa, quien reconoció el trabajo desplegado por cada colaborador en este tiempo. “Todos podrían dar cátedra, pero es igualmente bueno beber aguas nuevas”, refiriéndose a la posibilidad de conocer la experiencia de Súmate.
Liliana Cortés, su par de Súmate, contó que con nuestra fundación comparten la convicción de dar a los estudiantes y sus familias, mejores condiciones de bienestar para que culminen sus trayectorias escolares.
Marianela Cisternas, directora de Comunicaciones y Convivencia Escolar de Belén Educa, explicó que el taller es parte de las acciones de la comisión de Retención que lideró y que busca entregar herramientas a los equipos psicosociales y profesores para generar canales de comunicación diferenciados para los estudiantes en riesgo.
Daniela Rivera, jefa de Convivencia Escolar de Belén Educa, valoró la instancia que permitió “reflexionar en torno a cómo el vínculo es clave en las relaciones, cómo resguardamos estos casos de mayor riesgo y cómo podemos mirar desde ahí nuestra propia práctica”.
Los 130 colaboradores analizaron las emociones y experiencias de la infancia, pasando por las juventudes, hasta llegar a la creación, fortalecimiento y resguardo de un vínculo de calidad, que facilite la valoración y confianza de los jóvenes, el reconocimiento de sus habilidades y a la seguridad emocional que favorezca el cumplimiento de los acuerdos construidos y reforzados previamente.
“Esta jornada de formación permitió mirar otra experiencia desde nuestra propia relación, reflexionar en torno al vínculo, para tener una mirada general, una primera pincelada, que se abre luego a que cada colegio, desde su contexto e individualidad de cada caso, la adapte con el propósito de resguardar el vínculo, para que este no se pierda”, agregó Daniela.