“Cuando me dijeron que habían sacado adelante las pruebas, el año escolar, estaba más feliz yo que ellos”, señaló Paulina, abuela de Tomás, estudiante de Belén Educa. Esta fue la misma alegría con la que muchos alumnos, alumnas y familias vieron que el colegio iba a su encuentro: muchos profesores, equipos de Convivencia, asistentes sociales, sicólogos que se subieron al bus pedagógico o recorrieron a pie barrios completos, incluso en autos transformados en delivery de conocimientos, con el único fin de golpear las puertas de sus casas para que no se quedaran atrás.

Este arduo trabajo realizado por los colegios fue apoyado desde Casa Central, donde en mayo de 2020 se colaboró para realizar el diagnóstico de la situación de los establecimientos con la aplicación de la planilla socioemocional, continuó con acompañamiento, implementación de campañas para conexión de los estudiantes con su colegios y tareas escolares, la creación de la comisión de retención, elaboración de orientaciones para la promoción, levantamiento de indicadores de alerta de riesgo de deserción, identificación y seguimiento individual. Así llegamos a abril de 2021 habiendo bajado la cifra de estudiantes en riesgo de desvincularse para siempre de su educación de 1.400 a 16, lo que representa el 0,1% de la matrícula de los colegios Belén.

Aunque estos resultados nos alegran “nuestra meta siempre va a ser que tengamos cero estudiantes en situación de deserción escolar y, si bien comprendemos que es muy difícil llegar a esta cifra, el análisis, comparado con nuestra matrícula y datos nacionales, nos muestra que son números positivos”, señaló Constanza Álvarez, encargada de Convivencia Escolar de la Fundación.

Es por esto que las medidas implementadas por Belén Educa han colaborado para abordar y atender la deserción escolar a nivel nacional. La forma en que se ha trabajado en nuestros colegios y las iniciativas ejecutadas han alimentado el Plan Escuelas Arriba del Mineduc, así como también la Fundación ha sido invitada a compartir con otras instituciones su experiencia.

 

Gestión de los equipos

“Siempre nuestra aspiración es tener a todos nuestros estudiantes dentro del sistema educativo, en nuestros colegios u otros, nunca perderlos”, sancionó Constanza, agregando que “evaluamos de manera positiva la gestión de nuestros equipos para detectar estudiantes, reintegrarlos al sistema educativo y tener permanente seguimiento de aquellos que siguen en esta situación”. Así remarcó la labor realizada por los equipos de Convivencia escolar en la detección de los casos y su seguimiento; el trabajo en alianza con GPI para elaborar las orientaciones para el proceso de promoción 2021, reconociendo que la repitencia es un factor de riesgo; a los profesores jefe que son los primeros actores que detectan quiénes participan o no; sicólogos; asistentes sociales y equipos escolares comprometidos con esta tarea.

Sobre este punto el director ejecutivo de la Fundación, Pedro Larraín, ha destacado reiteradamente la entrega de los profesores y equipos de los colegios que se han volcado, de la forma y en las circunstancias que fueran, a buscar a sus estudiantes.

Claudia Carrasco, coordinadora de Convivencia Escolar del colegio Caro, relató que “las realidades de nuestras familias en Belén son variadas, en algunos sectores donde están ubicados los colegios se han acentuado más las brechas sociales y económicas. Han aparecido nuevas realidades, nuevos desafíos y otros que ya estaban presentes se han ido acrecentando”, explicando que la cuarentena dificultó entre otros aspectos, la conectividad. “Algunos cuentan con dispositivos, pero la comuna es zona roja en conexión, por tanto, siempre tendremos brechas tecnológicas que impiden llegar a todos. A veces no es suficiente solo un dispositivo, sino asegurar internet, tiempos, espacios habitacionales, que permanecen más ocupados mientras todos están en casa. Con estas realidades fuimos a encontrarnos con ellos, llevando el colegio a la puerta de su casa, con un llamado individual en atención a su propia realidad”, contó sobre su experiencia.

Este trabajo, replicado en cada colegio, fue tan exhaustivo que, de los 16 alumnos en riesgo de deserción, se conoce con exactitud la situación de 10 de ellos y son 6 aquellos que se mantienen incomunicados y por los cuales se interpuso un recurso de protección.

 

Números con rostro

Este trabajo cobra sentido cuando estos números tienen rostro. Evelyn mamá de cinco, tres de ellos estudiantes del colegio Cardenal Caro, señaló que la situación de cuarentena con los problemas de conectividad que impedían la conexión a clases virtuales, la llevó a sentirse asustada, “lo único que quiero es terminen IV medio que sean alguien en la vida”. Por eso la felicidad de ella y sus niños cada vez que recibían las visitas pedagógicas del colegio. Al igua que Randall, estudiante del mismo colegio, quien agradeció la llegada del bus hasta su casa, que le permite entender mejor lo que se le dificulta con las clases virtuales.

Este es nuestro compromiso como Fundación para este 2021. Con el perfil de los estudiantes elaborados e identificados los factores de riesgo, salir a la calle, si es necesario y como lo han venido haciendo, a buscar a sus alumnos/as antes de que sea demasiado tarde.