Queridas y queridos directivos, profesores, asistentes de la educación, administrativos, auxiliares y todos quienes trabajan en Belén Educa:
Cuenta una historia que los habitantes de dos pueblos fueron invitados a una fiesta. A todos se les pedía que acudieran con una jarra de greda con vino para trasvasar a dos grandes tinajas destinadas a las personas de cada una de las aldeas. Cuando ya fue iniciada la fiesta, los asistentes se acercaron a sacar vino desde sus recipientes respectivos. Grande fue la sorpresa de los vecinos de uno de los pueblos cuando fueron a llenar sus copas y se dieron cuenta que en esta solo había agua. Mientras que los del otro pueblo se deleitaron con la mezcla de los ricos vinos que cada uno trajo. Podríamos concluir que los habitantes de uno de los pueblos llevaron agua en cada una de sus jarras, pensando que con el vino que aportaría el resto, la omisión no se notaría. A diferencia de los otros que se dispusieron a llevar el mejor vino que cada uno tenía: con más o menos años, con la diversidad de cepas y valles de orígenes, pero todos con el anhelo de entregar genuinamente lo mejor de sí para compartir y disfrutar con sus vecinos y amigos.
Es un gran honor para mí ser testigo hoy de que la tinaja de Belén Educa está llena de los más exquisitos vinos que se puedan encontrar, los que han sido aportados por cada uno de nosotros en estos difíciles años de pandemia. Este mosto cuenta con el agradable aroma de la entrega generosa de cada uno de ustedes. Se destacan intensos sabores que provienen de la gran flexibilidad para adaptarse a todos los escenarios en los que nos ha tocado funcionar, poniendo siempre en el centro a nuestros niños, niñas y jóvenes. El color fuerte y apasionado está teñido por la convicción de que, a través de nuestro trabajo, aportamos en el desarrollo integral de cada uno de ellos y luchamos por construir un país más digno, justo y solidario.
No han sido tiempos fáciles. El cansancio, la incertidumbre, la desesperanza, la pena y las complicaciones que cada uno de nosotros hemos tenido que sortear en este tiempo nos han exigido de una forma distinta, quizás, más intensa que en otros años. Ninguno de nosotros estaba preparado para desplegar su oficio en tiempos de pandemia, exigiéndonos llevar el colegio a nuestras casas cuando fue necesario y volver a las aulas presenciales pese a los miedos y reparos legítimos de muchos. Sin embargo, aquí nos encontramos, celebrando la alegría y el orgullo de trabajar en la labor más noble de la tierra, entregando humildemente lo mejor de lo nuestro para que otros se desplieguen en plenitud.
Hoy, queremos celebrar a los trabajadores de la educación en el marco del aniversario de los 20 años de nuestra Fundación, el que comenzamos a festejar el 2020 y que este año continuamos celebrando, viajando juntos con destino al “Corazón de Belén”. En este lugar y tiempo, nos encontramos reconociendo que para cumplir nuestra Misión no pasamos por alto que en esta institución trabajamos personas que queremos valorar, apoyar y acompañar, ya que somos nosotros, con nuestra humanidad, los que damos forma al corazón de Belén.
Vengan todas y todos, acérquense con confianza a sacar del vino que juntos hemos aportado.
Hoy hago un brindis por cada uno de ustedes, agradeciendo todo el cariño, compromiso y capacidades entregadas en este tiempo. Disfrutemos este vino que es nuestro y representa el esfuerzo que hemos desplegado en estos años de pandemia. Le pido a Dios que los bendiga y los llene de su Gracia para que nos alegremos por el camino recorrido y nos vitalice con mucha energía para seguir entregando y compartiendo lo mejor de cada uno en el tiempo que viene.
Un abrazo lleno de admiración por cada una y uno de ustedes. ¡Salud!
Pedro Larraín Aguirre
Director ejecutivo Fundación Belén Educa.
Compartimos una galería con algunas de las lindas imágenes que reflejan el cariño con que las comunidades celebraron a sus profeso@s en su día. Entra Aquí