Con la alegría de celebrar lo que por mucho tiempo anhelaba la familia del colegio San Francisco, los nuevos espacios del establecimiento fueron bendecidos durante la ceremonia de inauguración en la que participaron alumnos y apoderados del colegio, acompañados también por amigos, directoras de colegios de Belén y miembros del equipo ejecutivo y del directorio de la Fundación. 

Con especial emoción escucharon testimonios como el de la apoderada Claudia Cuevas, quien destacó el haber sido testigo del “crecimiento estructural y humano dentro de este recinto que a medida que pasa el tiempo va evolucionando de una manera positiva. Siempre he dicho que, si todos los colegios tuviesen un grupo humano como el que está aquí, partiendo desde el personal de manutención hasta la administración, la educación en Chile sería distinta”.

 

Por su parte, la directora del colegio, Karen Araya, señaló con alegría que “hoy podemos decir que el colegio San Francisco está completo, cada vez que veía los avances era como si fuera la ampliación de mi hogar y sí, este es el hogar de la familia del colegio San Francisco”, afirmó.

 

Durante la ceremonia de inauguración se sucedieron pasajes importantes para la comunidad educativa del colegio, como fueron las palabras de los alumnos de la familia San Francisco que expresaron sus sentimientos al ver finalizada las obras de su colegio, en la voz de Arianna Rodríguez, quien contó que “al volver a la presencialidad me sentí maravillada, ya que al ver el colegio tan grande en comparación de cuando me fui por la  pandemia me dejó el corazón llenito de emoción, la verdad no reconocía el lugar de lo hermoso que se encuentra. La ampliación de este maravilloso lugar, el arreglo del patio, la reparación de los baños y camarines fue realizado para la comodidad de nosotros, los estudiantes, y para demostrar todo el cariño que nos tienen los profesores, asistentes y la Fundación en general”, señaló la alumna de III medio.

 

Karen Araya también se refirió a un aspecto medular para el éxito de este proyecto: el apoyo y colaboración recibido desde la Fundación, su área de Infraestructura, del equipo ejecutivo, directorio, colegios hermanos y una red de amigos, todos claves para conseguir cumplir con este sueño tan anhelado. “Hoy recorremos estos nuevos pasillos, estos nuevos espacios, felices de poder ver los sueños concretarse, ver este salón, las nuevas salas de ABP, los camarines, espacios que muchas veces nuestros estudiantes añoraban, generaciones que ya no están con nosotros tenían la ilusión y la convicción de que algún día esto se concretaría y, hoy podemos decir: misión cumplida”.

 

Fue justamente la importancia y valor de esta colaboración y de la vida comunitaria la que destacó Pedro Larraín, director ejecutivo de Belén Educa al señalar que “todos somos parte de esta reconstrucción, todas las personas que han estado detrás se la jugaron con este colegio por obtener estos recursos que son parte importante para todos” y subrayó la de la red de amigos de la Fundación y la  colaboración de la red de colegios Belén Educa, que contribuyeron a que este sueño fuera posible, “lo hicimos como familia”, afirmó. 

 

“Hoy imploramos la bendición divina sobre este lugar, destinado a la investigación, el aprendizaje y la difusión de la verdad, para que los educadores instruyan aquí a los niños y a los jóvenes, les enseñen a conciliar debidamente la sabiduría humana con la verdad evangélica. Pediremos también que los discípulos descubran en sus profesores la presencia de Cristo Maestro”, señaló el padre Arul, capellán del colegio durante la liturgia de bendición de las nuevas dependencias del colegio.

 

Agradecemos en especial a los trabajadores que participaron en la construcción que estuvo a cargo de Manuel Mena, al arquitecto Julio Concha, al calculista Demetrio Concha y al jefe de Infraestructura de Belén Educa Christián Herrera.

 

Compartimos esta alegría a través de las lindas imágenes que nos dejó la ceremonia de inauguración. Entra aquí.