En los patios y salas del colegio Juan Luis Undurraga de Quilicura nació, hace 12 años, Súper Asistencia: el héroe alegre y responsable que convoca a nuestros estudiantes a asistir al colegio y que este año llega junto a su familia a dar vida a la campaña “Cuando asisto, aprendo”. 

Tras los trajes, antifaces, capas y escudos, están colaboradoras y colaboradores que con mucha alegría y creatividad han permitido darle vida a la campaña de asistencia. A cada uno de ellos les agradecemos su compromiso con la asistencia diaria y continua de nuestros estudiantes.

• Aquí conoceremos a tres Súper Asistencia de colegios.

Angélica Mercado, profesora de educación física e inspectora del primer ciclo del colegio Cardenal José María Caro, cuenta entusiasta que adquiere los súper poderes desde el 2018. Vestida de heroína y con una motivación que traspasa a quien la ve, cuenta que algunas de las estrategias que han impulsado en el colegio, son los recreos entretenidos: “En ellos celebramos la súper asistencias, con zumba kids, yincanas y juegos. Entregamos estímulos como stickers y el timbre de Súper Asistencia”.

Cuenta que además ella tiene “una estrella dorada que todos las y los niños la quieren. Para obtenerla tienen que venir al colegio”. 

Quien también brilla como una heroína es Solange Arce, terapeuta ocupacional, del Colegio San Damián de Molakai, “es muy entretenido y la reacción de las y los niños ha sido muy positiva”, cuenta sobre su experiencia con el traje.   

“Trabajo con niñas y niños con autismo y pasar del traje al delantal los hace dudar de quién está detrás de la máscara. Las y los niños de cursos mayores me piden fotos, y aprovecho de decirles que si faltan los iré a buscar para que asistan, aunque sea en pijama. ¡Me tomé el papel bien en serio!", recalca entre risas.

En el otro extremo de Santiago, Álex Castillo, también profesor de Educación Física de primer y segundo ciclo, debuta en el colegio Juan Luis Undurraga como Súper Asistencia, vistiendo el traje verde y rojo, con capa amarilla. Partió con entusiasmo y hasta se afeitó y se quitó la barba para asumir su nuevo rol en el ingreso de los estudiantes a clases.

“El primer día de clases bajé hasta el umbral del colegio a recibir a las y los estudiantes, saludé a mis antiguos alumnos y no me reconocieron inmediatamente, cambié un poco la voz, dudaron”, cuenta el docente. 

Felicitamos una vez más el espíritu alegre, lúdico y comprometido de cada Súper Asistencia de nuestros colegios. Gracias por mantener vivo a este personaje que nació el 2011.