En una emotiva ceremonia el sacerdote Marcelo Gidi sj bendijo la “primera piedra” de la casa de retiro “Fernando Noseda Zambra” que se comenzó a construir en el paradero 42 de Santa Rosa y que albergará los más de 250 Encuentros con Cristo a que asisten los 11 mil niños que estudian en la Fundación Belén Educa, y los retiros de los más de 600 docentes y asistentes de la educación. En la ceremonia la señora María Noseda de Angelini, quien estuvo acompañada por familiares y amigos, recordó a su hermano que falleció hace 50 años, cuando tenía solo 32 años, debido a una hemofilia que lo doblegó a una vida de cuidados, como un hombre “carismático” y que sabía llevar el dolor con alegría. Fernando Noseda Zambra nació el 4 de septiembre de 1930 y se transformó en el menor una de una familia que integraban sus padres, los descendientes italianos avecindados en Chile, José Noseda Zambra e Irma Zambra Albertalli y su hermana María. Desde pequeño las travesuras, el sentido del humor, la alegría, la vida familiar y la oración se transformaron en sus refugios predilectos para sobrellevar la enfermedad. “Era muy gracioso, entretenido, ocurrente. No recuerdo jamás haber escuchado que se quejara de su enfermedad, aunque uno podía darse cuenta que sufría demasiado”, relata María Noseda. El director ejecutivo de la Belén Educa, Juan Enrique Guarachi, valoró el nuevo espacio para su formación espiritual y de encuentro con Dios que tendrán los alumnos de la fundación. Contó que el lugar tendrá amplios salones, capilla, oratorio, comedores, dependencias y espacios recreativos y deportivos como canchas de fútbol. Durante la ceremonia el sacerdote bendijo a los asistentes, a los trabajadores y los terrenos donde ya comenzó a construirse la casa de retiro, mientras que María Noseda reconoció en forma especial la labor de los trabajadores.