Hoy, nuestra Comunidad Educativa celebra la Fiesta de la Luz, la luz del Resucitado que ilumina la vida de la humanidad entera. El corazón de los cristianos se llena de alegría porque Jesús, el Nazareno muerto en la Cruz, ha vencido a la muerta y ese hecho tiene consecuencias hoy, aquí y ahora. Jesús resucita en medio nuestro, en el corazón de las relaciones humanas y eso implica para nosotros un renovado compromiso con la vida. Jesús se manifiesta vencedor de la muerte en nuestros gestos de inclusión, de perdón, de respeto mutuo, de amor y de servicio en la construcción del Reino para todos y con todos. Cantemos con alegría esta buena noticia y demos gracia.