Con visitas a hogares de ancianos, campañas de recolección de alimentos y visitas a hospitales, los colegios de la Fundación viven el Mes de la Solidaridad.
El colegio Arzobispo Crescente Errázuriz realizó una Eucaristía de apertura de actividades, al igual que el colegio San Alberto Hurtado que entregó un concierto de piano como acto inaugural. Claudia Vio, directora del colegio, explicó: “Para nosotros este mes tiene doble relevancia ya que celebraremos el mes de San Alberto Hurtado. Comenzamos las actividades con dos conciertos de piano para alumnos y apoderados, además de la visita del sacerdote Mariano Puga, como un testimonio de solidaridad para nuestros alumnos”.
Los alumnos de Quinto Básico del colegio Cardenal José María Caro visitaron el Hogar de Ancianos Santo Tomás, en La Pintana. Los niños compartieron con los abuelitos, conversaron y participaron de actividades en común como un Bingo y un concurso de cueca. Su directora, Astrid Carrasco contó: “Para nosotros la idea es extender el mes al año de la solidaridad, llevando alegría a quienes más lo necesitan. Es por eso que vamos todos los viernes al hogar de ancianos donde todos los cursos participan compartiendo con los abuelitos. Además, durante agosto tenemos un programa de actividades para que los alumnos vivan la solidaridad”.
El colegio Cardenal Carlos Oviedo Cavada prepara entretenidas actividades, comenzando con una campaña de recolección de pañales, una visita a un hogar de adolescentes embarazadas y una caminata al Santuario padre Hurtado.
El colegio Padre Damián, realizará la “Campaña del Sobre”, para ir en ayuda a la reconstrucción de la Parroquia San José de La Unión. Además, alumnos y profesores comenzarán una campaña de alimentos y visitas al Comedor Antumalal, para personas en situación de calle, donde llevarán útiles de aseo, alimentos, y se leerán cuentos creados por los alumnos.
“En el corazón del proyecto educativo de Belén Educa y también en el corazón del Evangelio está la solidaridad como el valor esencial, porque lo que buscamos formar es una persona para los demás, y esa es una experiencia. Nosotros educamos a los niños para abrirse a un otro en el que puedan reconocer a la persona de Jesús y puedan servirlo en el rostro concreto del que lo necesita”, explicó Mara Figueroa, directora de Formación fundacional.