Isabel Bravo Gómez ganó uno de los premios más importantes de su carrera y ayer debía recibirlo en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, en Santiago. Como está en un congreso en Buenos Aires y no pudo llegar a la ceremonia, varios de sus alumnos y apoderados, todos del colegio Cardenal Carlos Oviedo Cavada, de Fundación Belén Educa, irían a recibir el reconocimiento en su nombre.

Isabel ganó uno de los mayores galardones que puede obtener un docente: el premio Abate Molina EdUCiencias 2014, que se otorga cada dos años a la mejor profesora de Biología de Enseñanza Media. La distinción para la excelencia docente fue creada el año 1999, diez años antes de que Bravo se titulara como pedagoga en Biología y Ciencias de la Universidad de Playa Ancha.

Profesores, alumnos, ex alumnos, jefes de área y hasta una apoderada, enviaron cartas para postular a la docente, de 30 años de edad y desde hace seis en Belén Educa como maestra de Biología, Ciencias y Química en el Oviedo. Pese a no estar presente en el acto, Isabel cuenta cómo fue el proceso: “Recibí más cartas de lo esperado y, cuando eso pasó, realmente me sentí ganadora, eran cartas que hablaban de mi labor con mucho cariño y agradecimiento”. 

Cree la profesora Bravo que “este premio fue otorgado, tal como resume la reseña que entrega la invitación a la ceremonia, ‘por su exitoso trabajo innovador en la enseñanza  de las Ciencias Biológicas en un ambiente vulnerable’.  Es un conjunto de cosas que se reflejan en las palabras de quienes colaboraron en este proceso. Hago mi trabajo con amor y busco, bajo el afecto y disciplina, que mis estudiantes comprendan que las ciencias son más que una asignatura compleja: son una herramienta para la vida y que pueden dedicarse a ellas o a cualquier otra cosa y ser los mejores siempre que se esfuercen”. 
 
-¿Qué le entregó el colegio y la Fundación para lograr el reconocimiento?
-El colegio siempre ha depositado en mí la confianza para ejecutar los proyectos o ideas involucrados tanto en la educación formal como la no formal. Sin las gestiones para poder dedicar tiempo y obtener recursos solicitados, no hubiese logrado todas las actividades realizadas. Gracias a esto y la formación de un equipo de trabajo, Ciencias es un área destacada en el establecimiento.
 
-¿La clave para lograr educación de calidad?
-Hay muchas claves y depende mucho del estilo del docente. En mi caso son la dedicación en preparar las clases y el constante perfeccionamiento docente para conocer los avances en el área y situación en nuestro país. La clase debe ser interesante, contextualizada y con mucho diálogo. Nuestros estudiantes saben mucho de Ciencias, pero ni ellos lo notan. A mí me gusta hacerlos ver que la ciencia está en ellos y eso lo hago con mucho cariño. La sonrisa y el saludo por la mañana no deben faltar.
 
Para Isabel “este premio demuestra la calidad de la formación profesional que es posible desarrollar en el colegio cuando existe la vocación y motivación. La gran mayoría de los docentes llega sin experiencia previa y ese no es un impedimento para su éxito”. Agrega que “cada vez son más alumnos que piensan en esta área no solo como una asignatura, sino que como una opción de estudios profesionales y ser un aporte para la sociedad”. 

La comisión que evaluó a los postulantes tuvo en cuenta la trayectoria del candidato, la calidad y rigurosidad en la enseñanza y el impacto educativo.