Desde abril, alumnos de Segundo y Tercero Medio del colegio Juan Luis Undurraga trabajaron en el laboratorio experimentando en su proyecto “Evaluando la factibilidad técnica y económica de producir biogás a partir de macroalgas pardas”. La investigación de este grupo logró el tercer lugar a nivel nacional en el Primer Interescolar de ciencias del mar y acuicultura, organizado por la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar.

Tras pasar por una primera etapa de selección y luego asistir a un taller de capacitación, el pasado 4 de septiembre los alumnos, acompañados de su profesora guía, Waleska Petrovic, docente de ciencias naturales y biología del colegio, viajaron hasta la ciudad de la Región de Valparaíso para exponer su trabajo. “Tuvieron dos modalidades: en un stand mostraron todo lo que hicieron en la experimentación y explicaron su proyecto, y luego se presentaron ante un jurado de profesores de la universidad”, detalló la profesora.

Ese mismo día supieron la gran noticia: de 25 proyectos concursantes, ellos habían logrado la tercera distinción. Los alumnos, que se llevaron un diploma, un galardón y además un iPod Shuffle, estaban felices con su logro. Yanitza Silva, de Segundo Medio, cuenta que “cuando llegamos ese día pensé que íbamos a perder, porque los stands de los otros colegios tenían muchas más cosas. Me puse nerviosa cuando tuve que exponer al jurado, era primera vez que lo hacía, pero nos dijeron que íbamos bien y me relajé. Cuando supimos que ganamos el tercer lugar, no lo creía. Con esto sé que si nos proponemos algo, lo podemos lograr”.

La profesora acompañante se emocionó con el logro de sus alumnos. “Estoy muy orgullosa de ellos, además del premio, porque supieron superar las adversidad y trabajar en equipo. En eso consiste el trabajo de un científico”, expresó.

Más allá del reconocimiento, la importancia de este logro tiene relación con que en España, Gales y otros países europeos, la experimentación y producción de biocombustibles y biomasa a partir de organismos que crecen en algas residuales y en contacto con otras sustancias del ambiente generan energía más barata, ecológica y sustentable. Eso para el caso de las microalgas. En el caso de las macroalgas, científicos chilenos investigan algunas de Chiloé que pueden utilizarse en la industria de los antibióticos, mientras que en Quintero se ha evaluado su uso en la recuperación del ecosistema dañado por el derrame de 38 mil litros de petróleo en la bahía y en la costa de Puchuncaví.