Junto con toda la ansiedad que significa cursar IV medio y decidir qué hacer al egresar del colegio, Javier Ahumada, del colegio San Alberto Hurtado, vivió un complicado momento familiar. Por eso, su experiencia en el programa Tutorías de Matrix Consulting le sirvió para bastante más que solo aclarar sus dudas vocacionales. En su tutora, Camila Miranda, consultor senior de la empresa, encontró un gran apoyo. “Fue como una amiga”, cuenta el joven.

“Me ayudó mucho en la parte personal y familiar, con todos los problemas que tenía. Justo en medio de las tutorías tuve un problema familiar más o menos grave y ella me ayudó en el tema emocional. Con ella me podía desahogar. Y además siempre estaba preocupada, mandándome mensajes para saber cómo estaba”, detalló el estudiante, quien tuvo de su tutora la orientación para conocer más de la carrera que quiere continuar, arquitectura, y para ver las mejores opciones en cuanto a becas y universidades.

Como él, en total fueron 15 jóvenes de los colegios San Alberto Hurtado y Liceo Obispo Augusto Salinas los que participaron este año de las tutorías en Matrix y compartieron durante seis sesiones con sus respectivos tutores.

La orientación vocacional fue otro de los grandes apoyos que recibieron.  “Yo no tenía idea qué estudiar, pero mi tutor me ayudó y ahora decidí que quiero Pedagogía en matemática. Me sirvió mucho”, contó Keyla Castro, del colegio Hurtado.”No tenía idea de nada y con tutor descubrí mi fuerte. Él investigó sobre carreras que me podían gustar y me las explicaba”, agregó su compañero Jorge Bustos.

Los tutores también valoraron la experiencia. “Estoy muy feliz de ser tutora. Aprendí mucho de su perseverancia, optimismo y sentido de humor. Espero haberlo ayudado y que sigamos contacto en un futuro”, expresó Sofía Araya. “Yo agradezco que mi tutorado haya podido abrirse en temas familiares y de amigos”, opinó Jorge Marín.