“Somos jóvenes siguiendo los caminos de Jesús”, fue el lema de la Fiesta en Belén 2015,que tuvo como anfitrión al colegio Arzobispo Manuel Vicuña, hasta donde llegaron más de 300 jóvenes de otros 10 establecimientos que Belén Educa tiene en la Región Metropolitana. La jornada se realizó durante la tarde del día más caluroso de noviembre recién pasado y estuvo marcada por la energía de los alumnos y la presencia de la misionera de origen belga Anita Gossens y Karoline Mayer, ambas con una larga vida de servicio en los sectores menos favorecidos de Chile.
Tanto ellas como Juan Enrique Guarachi, director ejecutivo de Belén Educa, compartieron sus experiencias con los estudiantes. Gossens destacó que “La Legua es una familia” y recordó que ese día cumplió “51 años desde que pisé la tierra sagrada de La Legua. Todos somos peregrinos hacia el mismo lugar: el cielo. Jesús nos enseña y nos va empujando por el camino recto y de la felicidad”.
Karoline Mayer expresó: “En Chile aprendí el sentido de la justicia social”. La religiosa, que trabaja actualmente en la población Quinta Bella, de la comuna de Recoleta, contó cómo fue su llegada a Chile y cómo ha logrado cumplir con su anhelo de “cambiar en algo el mundo, cambiar la vida de los pobres (…) caminar con Jesús es una aventura”.
Ambos testimonios quedaron en la memoria de Valentina Vallejos, de Octavo Básico del colegio San Damián de Molokai: “Primera vez que vengo a Fiesta en Belén. Me gustaron las actividades que hicieron, se conoce harta gente y hay mucha buena onda. Las historias (de Anita Gossens y Karoline Mayer) me llamaron mucho la atención, porque lo dijeron fue algo que nos sirve de ejemplo”.
Lo que ocurrió con Valentina fue uno de los objetivos de la celebración, que busca reforzar el compromiso de los jóvenes con la espiritualidad Belén. “Este año fue el momento cúlmine de un proceso que comenzamos a vivir hace cuatro años con la Fiesta en Belén en el colegio Oviedo, teniendo como base la oración Belén Educa”, detalló Mariajosé Bravo, coordinadora de Pastoral del colegio Vicuña y organizadora del encuentro. “El balance fue más que positivo. Por un lado se generó todo un movimiento dentro del colegio, participó toda la comunidad y nos dimos cuenta de que estamos preparados para eventos de este nivel. Por otro lado, los participantes tuvieron mucho ánimo, disposición y no mostraron ninguna dificultad. De hecho algunos me dijeron que les faltó tiempo para seguir reflexionando”, agregó.
Los jóvenes participantes confirmaron que fue una jornada enriquecedora. “Es una fiesta donde todos nos juntamos, sociabilizamos y conocemos más a Dios”, contó Antonella Lucero, encargada de Pastoral de Centro de Alumnos del colegio San Damián de Molokai.