Nelson Díaz siempre tuvo como objetivo entrar a la universidad. Por sus buenas notas pudo acceder a la beca del Preuniversitario Pedro de Valdivia, que se entrega a los alumnos de Belén Educa con buen rendimiento, y pudo preparar una buena PSU. “Me puse las pilas. En Lenguaje partí sacando 620 y alcancé los 750 puntos”, cuenta el ex alumno del colegio Cardenal Caro, de La Pintana, uno de cuatro los jóvenes de la fundación que lograron promediar más de 700 puntos en el examen nacional. Otros 75 de los 764 que rindieron la prueba el 27 de diciembre pasado ponderaron sobre 600 puntos, mientras que 136 alcanzaron sobre esa cifra en Lenguaje o Matemática.
Nelson (en la oto inferior) ponderó 705 puntos para postular al programa College en Ciencias Sociales de la Universidad Católica. Su buen rendimiento le permitió además acceder a la Beca de Excelencia Académica del Ministerio de Educación, al pertenecer al 10% de los mejores estudiantes de su colegio. Esto a su vez le sirvió para acceder al Programa Talento e Inclusión de la casa de estudios. “Era mi sueño poder estudiar en la Católica, mis papás están muy orgullosos”, cuenta.
Marcelo Cepeda siempre ha soñado con trabajar en una gran empresa. “Quiero ser ingeniero comercial, me gusta el trabajo que ellos hacen, sobre todo lo relacionado con la gestión de personas”, dice el egresado del colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez, de Puente Alto. Su anhelo hoy está más cerca, gracias a su esfuerzo y concentración. Después de prepararse durante dos años en un preuniversitario, salió de IV medio con promedio 6,5 y ponderó 716 puntos PSU. Fue así como pudo quedar en Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile. “La elegí por el prestigio y porque es la mejor universidad en el área de economía”, comenta.
Desde que entró a enseñanza media, Paloma Fuentealba se puso un objetivo: mejorar su promedio de notas. Así lo hizo y esto le permitió obtener la beca del preuniversitario Pedro de Valdivia. Paralelamente, esta alumna egresada del colegio Juan Luis Undurraga, de Quilicura, tomó otro preuniversitario para prepararse en Historia, con lo que casi no tenía tiempo libre de lunes a viernes. Su buen rendimiento y constancia le permitieron alcanzar otro logro: ponderó 753 puntos en la PSU (alcanzando 759 en la prueba de Lenguaje) para entrar a Licenciatura en lengua hispánica en la Universidad de Chile. “Siempre había querido estudiar esto. Me llama la atención la pedagogía en lenguaje, pero también la literatura, así que preferí estudiar esto, porque teniendo la licenciatura, me voy a especializar. En los últimos años sacará la pedagogía”, cuenta. Durante sus vacaciones, aprovechó su tiempo para el desafío que viene en marzo: “Estoy trabajando para juntar dinero y poder comprar mis materiales. Además, quiero avanzar un poco en las materias que me pasarán”.
Antonio Muñoz, estudiante egresado del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz, de Puente Alto, ya se está poniendo para la universidad. Con los 732 puntos que ponderó en la PSU quedó seleccionado en la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Católica y al igual que el resto de sus compañeros estuvo en clases de nivelación. Aún no sabe lo que son las vacaciones, porque está asistiendo a clases de lunes a viernes. “El cambio ha sido súper grande, porque la dificultad es mucho mayor, pero estoy agarrándole el ritmo. La gente es muy simpática y todos vienen de diferentes lugares”, dice el estudiante que también participa del programa Talento e inclusión de la casa de estudios. “No tenía muy claro qué estudiar, pero escogí esta carrera porque me gusta la Matemática y la Física. Será un desafío”, añade.