“En lo personal era un desafío, es mi quinto año como profesora y quería demostrar que uno puede hacerlo”. Así enfrentó Camila Ortega (foto superior), profesora de Inglés del colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez, el proceso que la llevó a obtener la Asignación de Excelencia Pedagógica (AEP). Ella fue una de las docentes de Fundación Belén Educa que accedieron a medirse y lograr acreditarse con la distinción.
El programa del Mineduc consiste en evaluar las habilidades y competencias en el aula a través de un portafolio, que incluye planificar una unidad, grabar una clase y hacer reflexiones pedagógicas sobre ella. Además, los postulantes deben rendir dos pruebas específicas. Quienes pasan con éxito el proceso son considerados como profesores de excelencia en distintos escalafones.
“Uno tenía que elegir un curso para planificar. Yo escogí IV Medio, quería potenciar el área del habla y relacionarlo con el tema profesional; las clases incluían hacer currículums, entrevistas y reflexionar sobre las expectativas de los estudiantes, todo en inglés”, explica Camila.
Otra de las docentes de Belén Educa que obtuvo la AEP es Carolina Garín (foto portada), encargada de Primer Ciclo de Lenguaje del Colegio Cardenal Caro, de La Pintana. Dice que la distinción le permitirá postular a becas, pero lo más importante para ella llegó a nivel personal.
“Es la oportunidad de de mostrar que estoy acá por una cosa de vocación, me voy a mantener en este colegio porque quiero darles oportunidades a los chiquillos de aprendizajes efectivos. Es mayor la convicción de que soy una buena profesora y estoy dando buena educación a los niños”, comenta.
Marisol González (foto inferior), profesora de Religión del colegio Silva Henríquez, de Puente Alto, también logró la meta, aunque recuerda que estuvo a punto de abandonar la tarea, debido a la gran cantidad de tiempo extra que había que dedicarle.
“Me motivó a seguir de cierta forma un desafío personal. Me dije: yo soy una profesional y puedo hacerlo”, destaca. “Dentro del área Religión, de cien profesores que se presentan solo la mitad se acredita. Siempre he creído, y la Fundación así lo ha planteado, que nuestra área es tan importante como Matemáticas o Lenguaje, así que sentí que era importante poder validarnos como profesores de Religión”.
Su esfuerzo también le trajo un premio monetario: cada seis meses, por cuatro años, recibirá un aumento de sueldo de parte del Mineduc. “Pero más que por el tema económico, lo hice por la validación de pares y personal”, recalca.
También obtuvieron el reconocimiento Natalia Silva, profesora de Lenguaje del Colegio Juan Luis Undurraga (Quilicura), Tamara Escobedo, profesora de Religión del Colegio Cardenal José María Caro (La Pintana), Alejandra Jofré, del Colegio Arzobispo Crescente Errázuriz (Puente Alto), Valentina Espinoza, educadora de párvulos del Colegio Lorenzo Sazié (Santiago), Marta Nahuelpi, profesora básica y psicopedagoga del Colegio San Alberto Hurtado (Pudahuel), Catalina Jara, educadora diferencial del mismo establecimiento, y las profesoras Fernanda Vergara (Matemática Ed. Media) y Victoria Salgado (Ed. Física), ambas del Colegio Cardenal Carlos Oviedo Cavada (Maipú).