La "Mesa Interinstitucional de Asistencia Escolar", también llamada "Mesa de asistencia", es un grupo compuesto por 12 organizaciones vinculadas al mundo de la educación, entre ellas Fundación Belén Educa. Juntas desarrollaron un trabajo inédito y profundo sobre ausentismo escolar y lo entregaron a la ministra de Educación Adriana Delpiano en un documento llamado "Análisis, resultados y propuestas para disminuir el ausentismo crónico en Chile" (descárgalo acá). La ministra valoró el aporte, agradeció la preocupación de todas las instituciones por un tema que actualmente tiene por lo menos a 500 mil niños y jóvenes sin ir a clases en el país y dispuso que el Ministerio se coordine con la "Mesa de asistencia" para desarrollar espacios de colaboración.
Mariana Aylwin, presidenta de Fundación Educacional Oportunidad, organización que coordinó la elaboración del documento, fue quien le entregó cinco copias a la ministra Delpiano. Las propuestas son concretas y se basan en campañas de asistencia a clases que ya han tenido resultados, como #BastaDeYoNoFui, de Oportunidad, o "Yo no falto", que está en los colegios de Fundación Belén Educa.
Representantes de las 12 organizaciones acudieron a la entrega del documento, que se prolongó por más de una hora. "Cómo hacer que el colegio deje de ser aburrido para los niños", "cómo desarrollar programas de calidad que sean un estímulo y no una tortura para los estudiantes", "cómo trabajar los puntos críticos con las familias y con los docentes", fueron algunos de los temas que se plantearon en la conversación con la ministra.
"Tenemos un problema de ausentismo crónico, especialmente grave en niveles de preescolar, que afecta enormemente el desarrollo futuro de los niños, más aún de aquellos que viven en situación de vulnerabilidad. Este trabajo propone otra manera de mirar la inasistencia, identificando y trabajando de manera personalizada con los niños que faltan más del 10% al año. Ese es un cambio fundamental para reducir el ausentismo", explicó Mariana Aylwin.
Marianela Cisternas, directora de Comunicaciones de Fundación Belén Educa, aportó la experiencia del "Yo no falto", que se basa en detectar con los niños, sus profesores y sus familias, las causas del ausentismo en sectores vulnerables. Perjudican la llegada puntual y la asistencia de los estudiantes al colegio factores como la falta de rutinas familiares o el uso de smartphgones hasta muy tarde, lo que provoca que queden sin batería y, por lo tanto, que los niños no tengan despertador al día siguiente. "Teníamos baja asistencia, y el 'Yo no falto' se extendió a los apoderados con 'Mi hijo no fala'. Descubrimos que no hay madres despreocupadas, sino muy aprehensivas en algunos casos, o simplemente no hay despertador", contó Cisternas y recordó que la campaña incluyó un escalafón de premios para los estudiantes con buena asistencia, además de un Súper Asistencia, el personaje que promueve la asistencia entre los más pequeños. "En el colegio Cardenal Caro, de La Pintana, que tenía 89% de asistencia, han llegado al 93% y 96% con la campaña", agregó. También dijo que es importante el seguimiento directivo. "El tema está presente y hay que abordarlo con distintas estrategias", añadió.
La ministra Delpiano coincidió en ese punto. “El ausentismo escolar tiene varias aristas que deben ser analizadas. Entendemos que más allá del factor aprendizaje, la inasistencia de los niños puede responder a diferentes variables y que hay otras cosas que pueden estar pasando. Hay un tema cultural en las familias donde no hay un concepto fuerte de la importancia del colegio en niños de cero a cuatro años. Hay que trabajar con los papás que valoren los procesos de desarrollo de niños en esta etapa. Tenemos casi 500 mil niños y jóvenes que deberían estar en las escuelas y no lo están", explicó Adriana Delpiano.
La mesa está conformada por: Fundación Educacional Oportunidad, Programa Presente, Agencia de Calidad de la Educación, Programa “Sistema de Alerta Temprana de Deserción Escolar” SAT de Peñalolén, Departamento de Educación de La Pintana, Centro de Estudios de Primera Infancia (CEPI), Fundación Belén Educa, Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales, Fundación Chile, Fundación CMPC, JUNJI y Fundación Acción Educar.
Fundación Oportunidad publicó además las principales conclusiones del estudio (descargar acá).
Medidas concretas:
-Cambio a la modalidad de reporte del Sistema de Información General de Estudiantes (SIGE) a una de información individual y al menos quincenal, y que este sistema genere alarmas cuando un niño esté faltando más de lo recomendable.
-Difusión de la asistencia como indicador para medir la calidad de la educación.
-Elevación de la exigencia en la promoción de estudiantes con asistencia menor al mínimo de 85% (casos de excepción).
-Que se sume a los centros de salud en la tarea de mejorar la asistencia para instruir a la población sobre cuándo es realmente necesario faltar a clases.
-Ejecución de más y mejores investigaciones académicas en torno al tema del ausentismo crónico.
-Realización, por parte del Estado, de una campaña de sensibilización pública sobre el ausentismo.
Estudios y cifras sobre el ausentismo crónico
El ausentismo crónico es poco visible, pues, aun cuando se registra la asistencia diaria de los niños y niñas, generalmente se mide la asistencia promedio del curso, y sólo se considera la asistencia individual para efectos de promoción escolar, cuando ya es demasiado tarde. En Chile tenemos un promedio de 200 días de clases al año, por lo que el 10% corresponde a 20 días. Si tenemos un curso de 30 niños, y faltan 3 niños cada día, tenemos de todos modos un 90% de asistencia general.
A partir de un estudio realizado por MaryCatherine Arbour, Hirokazu Yoshikawa y Ernesto Treviño para Fundación Educacional Oportunidad, se descubrió que, en promedio, los niños y niñas faltan 21,7% de los días escolares (22,6% en NT1 -pre kínder- y 20,8% de días en NT2 -kínder-). Sin embargo, uno de los descubrimientos más preocupantes, es que más de un 65% de los niños (66% para NT1 y 68% para NT2) faltan más del 10% de días escolares y, así, califican como niños con “ausentismo crónico precoz”, lo cual se asocia con peores rendimientos en lenguaje y matemáticas en primero y quinto básico.
“Los alumnos ausentes tienen más baja autoestima, son menos competentes en sus relaciones sociales, perciben una menor cohesión en sus familias, una menor aceptación de sus padres y una disciplina inconsistente, e indican una menor satisfacción por las características de la escuela y su personal”, según Corville-Smith et al. (1998), como explican los investigadores de la UC, Ricardo Paredes y Gonzalo Ugarte.
En pre básica, el ausentismo crónico genera dificultades en el aprendizaje de la lectura, escritura y en la adquisición de las habilidades matemáticas (Contreras et. al, 2007), y disminuye las posibilidades de crear lazos confiables con los compañeros, generando un impacto importante en la convivencia escolar (Agencia de Calidad de la Educación, 2013).
En todos los niveles, afecta los resultados académicos (Paredes et. al, 2009), incluso de alumnos que asisten regularmente, puesto que los profesores deben retomar los contenidos y avanzar a un ritmo más lento (Attendance Works, 2014).
Hacia 6° básico, el ausentismo crónico es el mejor predictor de la deserción escolar (Chang et. al, 2008). Quienes faltan un 10% o más al año no logran desarrollar los hábitos necesarios para enfrentar con éxito la vida laboral (Ebstein et. al, 2002). Es así como en la adultez tienden a presentar mayores períodos de cesantía y sueldos más bajos que sus pares (Chang et. al, 2008). Los alumnos con este problema en la etapa escolar presentan mayores tasas de embarazo adolescente, drogadicción y delincuencia (Chang et. al, 2008)