Fueron a estudiar y conocer la experiencia religiosa y pastoral de dos colegios en España, uno en Durango (País Vasco) y otro en Pamplona, pero las docentes de Belén Educa terminaron despertando el interés en le la comunidad local y también de un diario en Navarra. Rosa Olivares, profesora de Religión en el colegio Carlos Oviedo Cavada, María José Oyarce, profesora del colegio Cardenal Caro, y Gwendolyn Araya, encargada de Formación Religiosa de la Fundación, fueron seleccionadas para realizar una pasantía en Italia y España.
La experiencia la completaron a mediados de marzo. Contempló tres días en Roma, para un estudio en terreno de los orígenes del cristianismo, y luego una semana en Bilbao y otra en Durango. Fue ahí donde las maestras pudieron conectarse directamente con las comunidades escolares de dos establecimientos, el San Ignacio, de Pamplona, y el San José de Durango (Vizcaya). Gwendolyn Araya cuenta que “fue una experiencia de aprendizaje a todos los niveles. Íbamos con la expectativa de conocer a partir de un nuevo contexto educativo, que en Religión y Pastoral se parece mucho al nuestro, porque fuimos a conocer colegios confesionales, pero es otra realidad cultural”.
Algo que le llamó la atención a la profesora Araya: “Todo el colegio tiene conciencia de ser una instancia evangelizadora, así se conciben como colegio católico. El área de Pastoral no está reducida solo a la organización de los agentes de Pastoral, hay un compromiso colectivo del cuerpo docente. Eso afecta positivamente la clase de Religión, hay mucha posibilidad de interdisciplina y se retroalimenta con otras asignaturas”.
En los colegios que visitaron existe además un programa propio que tiene como principio orientador la línea jesuita, la espiritualidad de San Ignacio. “Se parte siempre de la experiencia humana y en ella se va descubriendo el paso de Dios”, detalla Gwendolyn. En lo pedagógico, se aplican distintas metodologías de participación activa en las clases. “Uno de los proyectos desarrolla hace cuatro años un taller de interioridad en clases. Los niños desarrollan el autoconocimiento y el valor de lo sagrado y de la trascendencia”, agrega.
La experiencia de Belén Educa de educar en contextos vulnerables también fue de interés para los anfitriones. “Llamaba mucho la atención, los niños y los profesores nos pedían que fuéramos a contar sobre la Fundación a sus cursos. Hubo mucho interés también de los docentes por venir en algún momento a Chile”, dice Gwendolyn Araya. Sobre las profesoras Olivares y Oyarce, añade: “Ellas crecieron mucho Fue una posibilidad para desarrollar su propio liderazgo, tanto en la valoración de su área docente como también en Religión. También recibieron muchas ideas para incorporar en la Pastoral”.