Una experiencia única de cultura y color vivieron alumnos de octavo a IV medio de todos los colegios de Fundación Belén Educa. Los jóvenes acudieron a la exposición de cuadros “Wonderland”, que realizan en conjunto Bruna Truffa y Rodrigo Cabezas, dos de los más destacados pintores chilenos de la actualidad, en el Museo de Artes Visuales (MAVI).
La experiencia artística incluyó una conversación de los estudiantes con ambos artistas, donde les detallaron cómo realizaron algunas de las pinturas en exhibición, que abarcaban desde paisajes hasta una versión del conocido test de Rorschach -la interpretación de manchas para evaluar la personalidad-, que transformaron en coloridas composiciones. La idea del color y de presentar un mundo maravilloso viene de trabajos pasados de Truffa & Cabezas, que tratan de plasmar con ironía ese país de felicidad de los años 90 que terminó convirtiéndose en una promesa incumplida.
Además de compartir con los niños, los artistas visuales también realizaron un taller para más de 30 profesores de Arte de todos los colegios de Belén Educa.
“Me parece una iniciativa estupenda, porque la verdad el cuento del arte, sobre todo el arte contemporáneo, está bien dejado en los programas de educación. Es súper bueno que los niños y los profesores tengan proximidad con esto”, opina Rodrigo Cabezas, quien dice que quedó satisfecho con el encuentro que tuvo con los jóvenes.
“En el fondo uno está criando público para el futuro, gente que le pueda interesar el arte, que no le tenga miedo al museo. Hay personas que no van al museo porque no saben, no tienen la experiencia de haber ido”, recalca.
El pintor reconoce, eso sí, que los museos pueden parecer lugares intimidantes para quienes recién los conocen. “La gente no tiene proximidad, entonces es bueno que los artistas hagamos un esfuerzo y nos sumemos a este tipo de iniciativas”, destaca.
-¿Es necesario saber de arte para poder apreciarlo?
-No existe esa distancia tan grande, es más falta de experiencia que falta de conocimiento. El arte está diseñado para que lo entienda toda la gente. Para ver una pintura necesitas tener ojos, nada más. Claro, con más experiencia y conociendo del tema te permite hacer una lectura más profunda, pero la verdad es que alguien sin ningún conocimiento tiene la misma capacidad para apreciar una obra de arte. La belleza es gratis para todos.
Melissa Fuentes, profesora de Arte del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz, de Puente Alto, evalúa positivamente los encuentros con los creadores, que tuvieron un cierre esta semana con un conversatorio justo en el hall donde parte “Wonderland”. En él, veinte maestros de la Fundación compartieron con Bruna y Rodrigo con sus obras observando el círculo que formaron.
Llamó la atención, por ejemplo, que un museo que se caracteriza por sus paredes blancas y el minimalismo, estuviera intervenido por la dupla de artistas con tonos verdes opaco en las paredes y el colorido de una exposición que podrá apreciarse hasta el próximo 24 de agosto. “Intervenir un museo es difícil, esto es como hacer jazz”, contó Rodrigo. Bruna, en tanto, explicó que al montar “Wonderland” sintió algo muy parecido a lo que ocurría en los años 80: “Quisimos hablar luminoso, poner caras bonitas contra todo lo que estaba pasando, contra toda la tristeza”. Ahora pasa algo similar, hay molestia social y este viaje, como le gusta a Bruna que llamen al recorrido, logra emocionar.
“Las experiencias del MAVI son bastante enriquecedoras, ya que podemos dialogar con los artistas y sirven mucho para nuestra proyección dentro del aula. Es importante transmitirles a los alumnos desde el plano vivencial, lo que nos cuentan los artistas de cómo es la obra, cómo la perciben ellos, y a la vez podemos interactuar con las opiniones de los mismos estudiantes”, precisa.
La docente agrega que en la sala de clases pueden sacarle el máximo de provecho a experiencias de este tipo. “Cuando hacemos reflexión de obras y presentamos al artista, les contamos a los niños de la experiencia que hemos tenido con ellos, y cuando hablamos directamente con quien la hizo es mucho más rico, podemos contarles ‘esto fue lo que llevó al artista a crear la obra’. Esa es la forma de transmitir la experiencia y formarse un veredicto en cuanto a lo que es la obra en sí”.