Aprender a construir un robot, programarlo para que tenga movimiento, formar una comunidad tecnológica en su colegio y luego interactuar con estudiantes de otros establecimientos, son los objetivos del programa de robótica que comenzó en dos colegios de Fundación Belén Educa: el Cardenal Juan Francisco Fresno, de Puente Alto, y el San Alberto Hurtado, de Pudahuel. El taller lo financia Corfo y lo dicta Corazón de chileno, entidad que desarrolla la robótica educativa. 

El proyecto dura en total dos años, explica Ángela Ibarra, profesora encargada del programa en el colegio Juan Francisco Fresno. “Empezamos capacitaciones a profesores y la próxima semana se va a implementar el taller a alrededor de 15 alumnos de 8° básico a I medio. Lo imparte la profesora junto a un monitor”, detalla. Para los docentes son 13 sesiones de capacitación, en las que les enseñan a programar y cómo guiar a sus alumnos en este desafío tecnológico. Ambos establecimientos ya recibieron un kit para armar. El de los profesores viene listo, mientras que en el de los estudiantes los propios jóvenes deberán darle una forma innovadora y -lo más importante- conseguir que pueda tener movimiento.

“En el taller se trabaja a partir de roles. Por un lado tienen que armar el robot en forma creativa, tiene que cumplir ciertos requisitos y moverse. Por eso, una parte del equipo tiene que trabajar con la programación”, agrega la profesora Ángela.  El principal foco, recalca la docente, es “instaurar la robótica como metodología de proyecto para fortalecer las habilidades de los chiquillos, en especial el trabajo en equipo”. 

Pronto comenzarán los torneos con los otros 14 colegios que implementaron el programa. Para ello se preparan 17 estudiantes de II medio del San Alberto Hurtado, donde ya se inició el trabajo de los alumnos.  “Los chicos tienen que participar en dos competencias. La idea es que puedan armar un robot cuyo objetivo principal es programarlo para que traspase esferas de colores de un lado a otro de la cancha”, señala Claudia Martínez, la profesora encargada.  

La idea es utilizar la metodología STEM (las iniciales en inglés de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática), para desarrollar diferentes habilidades. “El objetivo del programa es que los jóvenes aprendan lenguaje, matemáticas y hasta historia con robótica. A través de ella se implementan distintos aspectos, como deducción lógica matemática, o expresarse para dar a conocer sus ideas”, destaca. Si el proyecto funciona en forma exitosa durante un cierto período de tiempo, el colegio podrá conservar el kit de robótica y continuar el trabajo con nuevos alumnos.