Si el Simce fuera como los Juegos Olímpicos y Escritura sexto básico fuese una disciplina, el colegio Padre Damián estaría a punto de encaramarse en el podio nacional 2015. En La Unión, de hecho, tendría medalla de oro junto con el colegio Alemán de esa comuna, y a nivel país estaría a solo tres puntos del establecimiento de mejor desempeño, contando privados, subvencionados y públicos. La medición, sin embargo, no se trata de una competencia ni sirve para armar listas de ganadores o de perdedores. El Simce busca detectar dónde pueden mejorar su labor los equipos docentes y de paso destaca a los planteles que van por buen camino. Once de los 12 colegios de Fundación Belén Educa tuvieron desempeño por sobre la media nacional en la prueba de Escritura de sexto básico 2015, según la información que entregó el lunes la Agencia de Calidad de la Educación. De ellos, el más sobresaliente es el que dirige en La Unión Leonel Delgado, quien enumera algunas de las prácticas que hay tras los 59 puntos obtenidos (62 puntos tuvo el mejor sexto básico en Chile), 11 sobre el promedio de su grupo socioeconómico (GSE Medio Bajo): "Lenguaje es una asignatura extensiva a todos los profesores, es una preocupación transversal del colegio. Por ejemplo, para incrementar vocabulario, todos los días en la pizarra se escribe una palabra, un concepto, y se discute, se interactúa. Los niños están bien en calidad lectora, hay un trabajo minucioso en ambiente de aprendizaje, los profesores de Lenguaje se preocupan de que la sala esté normalizada al leer. También se trabaja en detalle en torno a la redacción. Todas las pruebas, independiente de la asignatura, tienen una pregunta de desarrollo".
Estar junto al colegio Alemán (GSE Alto) igualados en puntaje en la cúspide comunal, por sobre colegios de mayor GSE, es también para Delgado fruto de otro factor clave: la asistencia, que mejoró desde la implementación de una campaña el año pasado. "Esta misma semana hemos tenido cuatro y hasta cinco cursos con asistencia al 100%. Es una práctica buena que se ha quedado en el tiempo y el propio Centro de Alumnos la tomó recientemente", comenta. Los establecimientos Belén Educa son 12 y uno de ellos no tiene sexto básico. Los demás tuvieron los siguientes resultados: colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez (Puente Alto), 56, seis puntos por sobre el promedio nacional de su GSE; colegios Cardenal Juan Francisco Fresno (Puente Alto), cardenal José María Caro (La Pintana) y Arzobispo Manuel Vicuña (La Legua), 55, siete puntos por sobre el promedio nacional de su GSE; colegio Cardenal Carlos Oviedo Cavada (Maipú), 55, 5 puntos sobre el promedio nacional de su GSE; colegio Lorenzo Sazié (Santiago), 55, tres puntos sobre el promedio nacional de su GSE; colegio San Alberto Hurtado (Pudahuel), 54, cuatro puntos sobre el promedio nacional de su GSE; colegio Juan Luis Undurraga (Quilicura), 53, siete puntos sobre el promedio nacional de su GSE; y colegios Arzobispo Crescente Errázuriz (Puente Alto) y San Damián de Molokai (Cerro Navia), 52, dos puntos sobre el promedio nacional de su GSE.
El rango de puntajes obtenidos por los alumnos en esta prueba a nivel país osciló entre los 11 y los 81 puntos, marcándose una brecha importante de género (las mujeres tienen mejor desempeño que los hombres) y en grupos socioeconómicos. Se evaluaron textos de acuerdo al propósito que tienen, con cuatro criterios: propósito comunicativo (para qué se escribe), organización textual (global, que permite organizar ideas), coherencia (lo que hace que se entienda) y desarrollo de ideas (profundidad y detalle de la información entregada).
Carlos Henríquez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, las mayores dificultades están en coherencia. Otro número preocupante es que poco menos del 50% de los estudiantes de sexto básico no desarrolla ideas con profundidad al escribir. También pidió poner atención en los estereotipos de género, pues no son buenos ni para niños ni para las niñas. Según la Agencia, los factores que marcan la diferencia entre los colegios de buen desempeño son la retroalimentación docente (cuando los estudiantes mejoran sus textos basados en la reatroalimentación de sus profesores), la motivación de los estudiantes (interés docente por los textos y autopercepción favorable de su desempeño por parte de los alumnos) y valoración transversal (iniciativas que vuelven la práctica de la escritura como algo cotidiano y necesario).