Ignacio Durán estudió la especialidad de Terminaciones en Construcción en el colegio Cardenal Juan Francisco Fresno y recibió su título de nivel medio el sábado en ese establecimiento de Puente Alto. Si no fuera por sus profesores que en tercero medio lo ayudaron a salir adelante, Ignacio no se habría titulado y tampoco habría recibido el premio al mejor practicante de su generación. Él y otros 443 estudiantes de la red de colegios de Fundación Belén Educa se reunieron después de un año de haber egresado de la Enseñanza Media para cerrar la etapa más importante de su vida escolar, en la Ceremonia de Titulación 2016. En ella recibieron sus diplomas los egresados de Gastronomía, Telecomunicaciones, Electrónica, Administración y Terminaciones de la Construcción.
Esta generación de ex alumnos de Belén Educa marcó un récord que fue destacado por el director ejecutivo de la Fundación, Juan Enrique Guarachi. “Ustedes dieron un salto importante en ingreso a estudios superiores: subieron del 63% al 70%. Y el 85% de la generación se tituló, es decir, ya tienen dos títulos. El primero es el de cuarto medio. Aquí hubo esfuerzo, expectativas de sus papás y de sus profesores, de sus directivos. Espero lo mejor de ustedes y espero que asuman el desafío de la tercera meta que tiene Belén Educa desde el año pasado: el título de los estudios superiores. No basta con el título que se están llevando, vamos por más”, dijo Guarachi al invitar a los ex alumnos a seguir apoyándose en la Fundación.
Al finalizar su intervención, Juan Enrique Guarachi les dejó a los estudiantes un mensaje y un último desafío: “Los queremos mucho, queremos que les vaya muy bien, este país los necesita y queremos un país que valga la pena, que nos sintamos orgullosos de él. Espero en un par de años más tener los resultados de sus titulaciones de estudios superiores”.
Andrés Pérez, director de Continuidad de Estudios Superiores y Técnico Profesional de Belén Educa, puso énfasis en este punto: “Sé que con esfuerzo van a sacar su meta final y sepan que las puertas de los colegios están abiertas, a disposición de lo que necesiten. Los invito a pensar en grande y a trabajar por su proyecto, que sean felices, construyan un país más justo y compartan los frutos que logren”.
La ceremonia tuvo discursos y un número musical interpretado de manera magistral por la Gran Orquesta Belén Educa, en la que 66 estudiantes sorprendieron con dos melodías a los padres, profesores y ex alumnos que estaban en la multicancha techada del colegio Fresno.
Otra de las intervenciones estuvo a cargo de Eloísa Espinoza, directora del colegio anfitrión, quien dijo que recibir el título de técnico de nivel medio “es un paso más” para los jóvenes, y que ahora vienen otros pasos fundamentales para lograr cumplir sus sueños.
Alicia Arriagada, apoderada del colegio Arzobispo Crescente Errázuriz, habló a nombre de los padres y comentó sentirse “sorprendida, emocionada y habalada. Tengo imágenes de 13 años de vivencias y aprendizajes compartidos, desde el primer día de clases, cuando llevábamos a los niños de la mano al colegio, cuando comenzaban a explorar el conocimiento (...) Aprendieron a compartir, a confiar en otros, a confiar en sus capacidades, y este mundo acogedor se termina, es uno de los días más importantes y emotivas de sus vidas. Gracias a Belén Educa por estos años de aprendizaje”.
Entre los estudiantes primaba la alegría y también la nostalgia de separarse de sus compañeros y profesores. A estos últimos, Ignacio Durán les agradeció de corazón. “En tercero medio tuve grandes profes, profes importantes, porque cuando estaba deprimido, me sentía mal y creía que esto no era lo mío, ellos fueron pilares, me sacaron adelante y formaron a este alumno que hoy se titula”, dijo Ignacio, quien dio el discurso de despedida a nombre de todos sus compañeros de generación. En él, agradeció a sus familias y al colegio por el apoyo constante. Gracias a ellos, a su esfuerzo y altas expectativas, ahora estudia Ingeniería en Construcción en el Duoc y quiere volver a Besalco a trabajar en el verano. En esa constructora realizó su práctica profesional y por ella obtuvo el premio al mejor desempeño que entrega para cada colegio Fundación Arturo Irarrázaval.
Bárbara Garrido, ex alumna del colegio Juan Luis Undurraga, de Quilicura, tuvo una mala impresión cuando llegó a la especialidad de Gastronomía. Sin embargo, al segundo año su profesor nuevo le cambió las expectativas y ahora estudia Educación Parvularia. “Espero ser una profesora que de verdad tenga vocación, que sea una guía para los niños y que pueda cambiar algunas cosas”, explicó. Su compañera Bárbara Matus quiere estudiar Gastronomía y formarse en algo relacionado con la cosmetología. “Esto es otro paso, es un día especial, estoy terminando un técnico, que es algo que me va a servir para el futuro”, dijo.
Agustín Vera y Cristián Fuentes, ambos ex alumnos de Telecomunicaciones, del colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez, en Puente Alto, sintieron bastante nostalgia al ver de nuevo a sus compañeros. “Quizás estoy un poco ansioso de imaginarme cómo se viene mi futuro con el título, sobre todo porque quiero estudiar en otra área, en Tecnología Médica. Ahora estoy en Ingeniería en Informática, pero me quiero cambiar”, contó el ahora estudiante de la Universidad Tecnológica Metropolitana. “La universidad es mucho más relajada que el colegio, es mucho más abierta, uno tiene más libertades, pero eso puede jugar en contra. El colegio me dio una buena base en Matemática, Lenguaje y Ciencias, y eso me permite disfrutar de mis libertades”, agregó y dijo que varias veces ha podido regresar donde sus profesores de Enseñanza Media a resolver dudas que en la universidad no ha podido abordar. Cristián, en tanto, siente que el año fuera del colegio ha sido extraño. “Tengo muchos proyectos, muchas metas, pero no salió todo como quería. Postulé a la FACh, a la Escuela de Especialidades, y no alcancé a quedar”, contó e indicó que volverá a intentarlo, mientras estudia Administración en Infraestructura en el Duoc de Puente Alto. “El colegio en Telecomunicaciones me dejó en este camino, me gusta mucho la tecnología y a eso quiero entrar”. 
Doris Alarcón, de Administración del colegio Cardenal José María Caro, recordó que al principio su año fuera del colegio fue difícil, porque no encontró todos los apoyos, pero está decidida a entrar a estudiar Gastronomía Internacional. Para eso está trabajando en un parque de diversiones para niños, reuniendo dinero que solventen lo que no cubrirán las becas.