"El aprendizaje es mutuo. Para mí hay un antes y un después de la tutoría", con estas palabras Pablo Castro, tutor de Diego Cariqueo explica lo que significó el proceso para el. Y es que después de 6 sesiones los ejecutivos del Banco Santander generaron fuertes lazos con los 15 alumnos de Administración del colegio Cardenal Carlos Oviedo que participaron del programa. El tutor va más allá: "Fueron encuentros con sencillez y humildad en los que yo solo presté herramientas para que el ejecutara". 

Para Diego la experiencia fue igual de exitosa: "Es una gran oportunidad para crecer y abrirse a un mundo nuevo. hablamos en lo humano (...) nunca trató de cambiar mi forma de pensar, solo de mostrarme caminos a seguir".

 

Consuelo Alvear, jefa de sustentabilidad del Banco, explica que el programa de tutorías "es una experiencia relevante que queremos que los colaboradores vivan por lo que aprenden compartiendo experiencias de vida".

 

En esa línea, la experiencia que une a Virna Sobarzo y Thelma Abiasaf es única. Hace 10 años Virna visitó el colegio Oviedo junto a otros ejecutivos del Banco. De esa visita conserva en su oficina hasta hoy una fotografía en la que aparece rodeada de niños, entre ellos una pequeña Thelma de 7 años. Hoy de 17, Thelma y su tutora generaron un vínculo de confianza. "Es una vuelta de mano. Que rico poder colaborar con las dudas que tuve hace muchos años", explica Virna. Para Thelma, fue una experiencia exitosa en que su tutora, le "ayudó a mirar otras cosas".

 

La directora de Relaciones Institucionales de Belén Educa, Carmen Cisternas destacó el rol del Banco para la Fundación. "Ha sido un aliado súper importante y ha permitido estos espacios para compartir y aprender". Asimismo instó a los tutores a mantener el vínculo con sus tutoreados: "Lo que más va a marcar a los chiquillos es lo que pase en los próximos años", advirtió.